Psicología, Deporte y Actividad Física. Investigaciones Aplicadas | Page 330
basada en la transparencia de su vida y su labor educativa, concebir la formación de un atleta
que a la vez que se prepare para obtener resultados deportivos se forme como un modelo de
ciudadano digno y con decoro que actúe con sencillez y rechace la ostentación.
Al educar en valores, el deporte prepara al individuo para enfrentar con optimismo e
inteligencia los obstáculos del entrenamiento, competencia y así también para las
circunstancias difíciles de la vida social. Los escenarios deportivos fortalece la capacidad
humana de no amilanarse ante el adversario y tener seguridad en si mismo, en su razón y sus
fuerzas para alcanzar las metas y expectativas.
En términos éticos se puede afirmar que el reconocimiento social del atleta en la comunidad
permite formar un ideal del modelo ciudadano que aspira en tanto las exigencias que debe
cumplir el practicante de cualquier disciplina deportiva para el logro de resultados son valores
que la sociedad y a la vez el atleta puede convertirse en ejemplo que sirva de referencia a los
estudiantes y jóvenes para su actúen de forma sana y noble en el medio social.
El respeto a la justicia impartida en el terreno deportivo, aunque le sea adverso el resultado
deja huellas en el ser humano del atleta, ser exigente consigo mismo y con los demás en el
cumplimiento de la legalidad, los deberes docentes y la capacidad y disposición a ser receptivo
a las orientaciones y regulaciones de la vida deportiva y social, ser objetivo e imparcial al
valorar hechos y comportamientos defendiendo de forma justa y firme cualquier actitud que
lacere la integridad de su semejante y combatirla con inteligencia sin violencia verbal ni
física.
En el orden institucional las escuelas deportivas deben tener una organización estructurada en
proces