Psicología, Deporte y Actividad Física. Investigaciones Aplicadas | Page 300
cultural que, aunque valorado sólo de forma parcial y, no en pocos casos, intencional, ha quedado
en nuestra historia como el que dejó más honda huella antes del surgimiento del proceso de
liberación nacional a partir de 1868.” 9 Mediante la citada tesis se inicia el examen de la recepción
de la enseñanza de la educación física en la Cuba del siglo XIX.
El valor que en el proceso de formación de la identidad nacional cobra el Obispo Espada es
extraordinario. Su obra fundacional y revolucionaria, logró, desde el imperativo político del
despotismo ilustrado de Carlos III, establecer un Seminario en la Habana, a través del cual, abriría
el camino a la formación en Cuba de un pensamiento iluminista. La iniciativa del Obispo Espada
de crear un marco de discusión acerca de los modernos métodos de enseñanza, es deudora de la
influencia de un pensador como fray Benito Jerónimo Feijoo, quien removió el inmovilismo
medieval español con la alerta teológica de hacer compatible las ciencias modernas con la religión,
favoreciendo el desarrollo de la modernidad. Sin estos presupuestos, no sería posible entender la
asimilación de un sistema de enseñanza moderno como el que diseñó J. E. Pestalozzi, inaugurando
el espacio práctico de las actividades físicas, que eran públicas en los gimnasios habaneros de
entonces.
El orden político que favorecía el despotismo ilustrado unido a otros factores como la expulsión
de la compañía de Jesús en 1767 de los dominios españoles, facilitaron la transformación de la
enseñanza española que de manera especial conduciría el Obispo Espada en la Isla. El fundamento
económico que sostiene la política del despotismo ilustrado revela los intereses de la monarquía
española en adaptarse a los cambios de la modernidad en defensa del estado nacional. Con la
expulsión de los jesuitas quedó el camino expedito al pensamiento ilustrado dentro de los marcos
de la iglesia, lo que fortaleció un modelo de enseñanza contrario a la tradición medieval. De tal
suerte, fueron vehículos del cambio las Sociedades Económicas de Amigos del País y más
específicamente la empresa educativa, que vino a sustituir al modelo jesuita.
Los Reales Estudios de San Isidro incluían en su currícula Filosofía, Moral, Matemáticas, Física
experimental e Historia del Derecho entre otras materias en el espíritu ilustrado y en más de un
caso, impartidas por profesores laicos. En este ambiente, es noticia la orden de crear el Colegio Seminario de San Carlos y San Ambrosio sin cuya obra, no podrá comprenderse el proceso de
formación de nuestra nacionalidad.
La polémica de trasfondo económico y político que tenía lugar entre las órdenes religiosas y la
Iglesia se reflejó en la lucha por el dominio de las universidades, pero no es hasta el mandato del
Obispo Espada que una institución como el Colegio-Seminario de San Carlos y San Ambrosio
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Torres -Cuevas.1997. p.63
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