Psicología, Deporte y Actividad Física. Investigaciones Aplicadas | Page 21

Los humanos, cuyo comportamiento violento se aprende, no poseemos ese mecanismo natural de inhibición, por eso un comportamiento agresivo, estimulado en un contexto se puede transferir a otro, lo que significa que la agresividad aprendida, fomentada a través de un deporte de combate no tiene contrapartida natural, si no social. Es necesario educar esa inhibición con la misma intencionalidad, inteligencia y sistematicidad con que se fomenta el espíritu de lucha y la fogosidad, para que la misma se encause por la senda de la racionalidad y el respeto a las reglas técnicas y éticas de cada deporte y no se manifieste fuera del ámbito deportivo. Sugerencias a los entrenadores de los deportes de combate • No permita que su pasión por los resultados de su atleta le impida verlo como un hombre o mujer que practica deportes y que tiene otros importantes roles sociales que cumplir, donde el uso de la violencia en la solución de los conflictos es un acto incivilizado. • Induzca el espíritu de lucha y la impetuosidad con la misma intensidad y sistematicidad que el sentido racional para su uso solo en el ámbito deportivo. • No olvide que los deportes de combate se basan en el uso de la violencia controlada, su utilización desmedida y transgresora de la reglas en un acto antideportivo que niega su propia esencia. • El comportamiento agresivo de su atleta fuera del contexto deportivo puede algún día volverse contra Ud. • Los deportes de combate no tienen sentido sin espíritu de lucha y la combatividad, pero esas virtudes suelen ser muy peligrosas en otros ámbitos de la vida del atleta. • Solo el respeto al deporte, al adversario y a las reglas puede inhibir el uso descontrolado de la violencia. • Ud. es responsable por la formación de un ciudadano que será deportista activo solo una pequeña parte de su vida, prepárelo sin perder esa perspectiva. CONCLUSIONES Los aspectos sociológicos se convierten cada vez más en una faceta importante en la formación de los atletas de alto rendimiento, los deportes de combate no son ajenos a esa realidad. Los estudios empíricos realizados en el marco de este trabajo confirman que el tema de la violencia controlada y la inhibición de la agresividad fuera del contexto deportivo, son aspectos no suficientemente tratados durante el proceso de formación de los deportistas de combate. La polémica en torno al origen social o biológico de la violencia aun no está agotada, pero los sociólogos del deporte y los entrenadores no pueden esperar las conclusiones definitivas, es necesario actuar con prudencia con lo que ya se conoce sobre el tema. 13