lo que es aceptable o deseable. Sin embargo, el simple hecho de ser poco común
desde el punto de vista estadístico, no produce juicio psicológico de
anormalidad. Por ejemplo, un nivel muy alto de inteligencia es sumamente raro,
pero se considera indeseable, por lo que con frecuencia se califica como
anormal.
Incomodidad del observador. Un individuo provoca incomodidad en los demás
al hacerlos sentir amenazados o molestos de alguna forma. Una mujer que
camina a la mitad de la calle, hablando en voz alta consigo misma, crea
incomodidad en otros peatones que tratan de evitarla.
Violación de normas morales e ideales. Un individuo viola las expectativas de la
forma en que nos debemos comportar, en relación con las normas sociales. Con
este criterio, un individuo podría ser considerado anormal si no desea trabajar o
no cree en dios. Este criterio de la anormalidad también es importante en
situaciones legales.
Para poder etiquetar una conducta como “anormal”, más de un indicador debe estar presente y ser válido.
Cuanto más extremos y preponderantes sean los indicadores, habrá mayor confianza en el señalamiento de una
condición como anormal. Ninguno de estos criterios es condición necesaria, compartida por todos los casos de
anormalidad. También es verdad qu e ningún criterio por sí solo es condición suficiente para distinguir todos los
casos de conducta anormal de aquellas variantes normales del comportamiento.
Diversas perspectivas teóricas sobre la conducta anormal
Siguiendo a Alloy y Jacobson , podemos señalar como las diversas perspectivas teóricas explican la conducta
anormal:
Perspectiva biológica
Esta perspectiva biológica se enfoca en la interacción entre el funcionamiento físico y psicológico de las
personas. La mente y el cuerpo son dos aspectos de una compleja entidad única. El estrés psicológico y la
enfermedad física se influyen recíprocamente. Lo discutible es que encontrar una predisposición genética o un
desequilibrio químico que acompañe a un trastorno determinado no necesariamente significa que el factor
orgánico sea el único o aún la causa principal de dicho trastorno.
Perspectiva psicodinámica
Esta perspectiva asegura que gran parte de nuestra conducta no es el resultado de nuestra elección consciente
sino que es dirigida por el inconsciente, por fuerzas internas, que a menudo reflejan nuestras experiencias
infantiles y relaciones familiares. La perspectiva psicodinamica ha sido criticada su falta de evidencia
experimental, su dependencia en las deducciones, muestreo poco representativo, prejuicios culturales
(especialmente respecto a las diferencias de género) y un retrato negativo de la conducta humana. Sin embargo,
esta teoría psicodinamica ha jugado un rol muy importante al desmitificar la conducta anormal descubriendo la
irracionalidad de la vida diaria y mostrando que la conducta normal y anormal no son categorías muy distintas
como puntos en un continuum.
Perspectiva cognitiva
La perspectiva cognitiva en Psicología comienza con un interés en la cognición o el procesamiento mental de la
información. Los problemas psicológicos surgen de ideas irracionales (Ellis) o pensamientos distorsionados
(Beck). Esta perspectiva ha sido criticada por no ser científica ya que hasta cierto punto se basa en deducciones
y por confundir las causas secundarias con las primarias. Al mismo tiempo, la perspectiva cognitiva es más