PROYECTO ÁULICO INTEGRADOR “NUESTRO MUSEO EN EL AULA” | Page 8

ISFD: “Dr. Pedro Ignacio de Castro Barros” 2016 Alfarería y metales Los diaguitas eran diestros alfareros. Cada familia fabricaba sus ollas, cántaros y vasijas. Además, había artesanos especializados que realizaban, las urnas funerarias, donde los diaguitas enterraban a sus muertos. Algunas de estas urnas decoradas, se han conservado y son expuestas en museos, en la zona actualmente chilena su cerámica recibió influjos culturales procedentes de culturas que habitaron el actual litoral al norte de la región, por este motivo su cerámica suele tener formas antropomorfas y zoomorfas. El museo franciscano "Inca-Huasi" de la provincia de La Rioja, guarda piezas excepcionales de cerámica diaguita. Fue construido por fray Bernardino Gómez en 1926, y es uno de los más importantes de Latinoamérica en su especialidad, al igual que el Museo "Eric Boman" en la ciudad de Santa María, en Catamarca y el Museo Arqueológico "Adán Quiroga", en la ciudad capital de Catamarca, que posee una las colecciones más importantes de vestigios arqueológicas del país. Practicaron un activo comercio con los indígenas de la costa y del interior. Confeccionaron de piedra puntas de flecha, boleadoras, raspadores, cuchillos, etc. Trabajaron el cobre y el bronce aunque de oro y plata se han encontrado muy pocos objetos. Cerámicas y metalurgia de los diaguitas La característica más relevante del pueblo diaguita es su cerámica. Los usos que se le daban eran ceremoniales y utilitarios. El desarrollo de la alfarería ha llevado a la clasificación en etapas: Diaguita I o “transición” En su mayoría son escudillas (platos semiesféricos achatados) con líneas y figuras geométricas por los lados, desde simples escalas rojo-negro a rojas y negro sobre fondo blanco, divididas por una figura antropomorfa o zoomorfa. En esta fase y en la II aparecen vasijas asimétricas cuya forma recuerda a un pato. La metalurgia es simple y escasa. Diaguita II o “clásica” Platos con borde cilíndrico ascendente, el cual puede abrirse a medida que aumenta la altura. Al centro de este cilindro suele ir dibujado un felino cuya boca es destacada mediante un relieve, la cola también es destacada de la misma manera. Diaguita III o “diaguita-inca” Esta etapa describe la fusión entre las culturas diaguita e incaica. Las figuras suelen estar distribuidas en uno o dos ejes, divididas en dos o cuatro sectores bien definidos. En los diseños aparecen: triángulos y “tableros de ajedrez”. Los entierros eran acompañados por cerámicas elaboradas con diseños locales y con diseños incas, pero casi todas elaboradas en los Valles, solo en casos emblemáticos eran enterrados con cerámicas provenientes del Cuzco. La metalurgia se enriquece con aportes andinos como cinceles, tumis (cuchillos semilunares) y topus (prendedores) de cobre o bronce, el oro resulta muy escaso y asociados a adornos trasportados del Cusco. 8