En 1880 empieza su segunda etapa en la que teniendo una estrecha relación con los impresionistas, se interesó por los más variados procedimientos pictóricos. La danza se vuelve uno de sus temas preferidos. En esta etapa comienza a sustituir al óleo por el pastel, y pinta magistrales composiciones sobre bailarinas, estudiando sus complicadas e instantáneas actitudes, también empieza a interesarse por las modistas y las mujeres ocupadas en sus quehaceres. Acosado por una ceguera creciente, tiende hacia un arte de síntesis, dedicándose a los temas de bailarinas y desnudos, que realizaba prácticamente de memoria, y que trata con una gran riqueza de colores, consiguiendo aún obras magistrales hasta su muerte casi solitaria en 1917.
(Arias, 2000:55-56)
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