Página 52 una ciudad con una torre para llegar hasta sus dominios y competir con El- Hacerse un nombre, como traduce la biblia el término shem- y mucho menos optar por confundirlos y desparramarlos por la faz del planeta para conservar su dominio.
consejo de otra nephilim: La Serpiente.
Para nosotros, los paganos, los mitos muestran dos clases de diosesserpiente o extraterrestres; o una sola dividida en dos facciones.
Una que pretende mantenernos como servidumbre productora de culturas, ignorantes de nuestra mitad extraterrestre, y por consiguiente; creyentes convencidos de ser gusanos evolucionados desde el barro hasta la categoría de Homo-Sapiens a los cuales se nos regaló el milagro de la vida. Barro-Monos evolucionados:“ Del polvo fuiste tomado y al polvo volverás”.
Y otra, que pretende elevarnos de la condición penosa en la que caímos, a una superior y original, de dioses:“ Si coméis del fruto … seréis como Dios”.
El mito bíblico llama a aquellos que descendieron y tomaron a mujeres de la tierra y a sus hijos, nephilim, que según eruditos significa“ los caídos”, que originaron a los“ gigantes”, nuestros ancestros, los héroes de la antigüedad; opositores al dios Único y a su pueblo elegido.
Toda una humanidad pereció ahogada en un diluvio, y ellos, los extraterrestres, dioses, nephilim, elohim o anunnaki cocreadores de ella; no hicieron nada por salvarlos, por el contrario lo consintieron, porque“ el bullicio” que provocaban les era insoportable.
Sin embargo parte de la humanidad sobrevivió; y luego de un tiempo, todos unidos,“ hablando un mismo lenguaje” y bajo el mandato de Nimrod decidieron vengarse y construyeron una torre desde la cual atacaron los cielos. Las deidades preocupadas“ entraron en consejo” y decidieron descender para confundir su lenguaje y desparramarlos por toda la faz de la tierra.
Particularmente( y estoy seguro que muchos comparten nuestro criterio), pensamos que Dios en el concepto ideológico, metafísico y filosófico, que va más allá de todo lo racional, de toda“ verdad” y de todo lo conocido y por conocer; es decir como“ Aquello Incognoscible”, no debería preocuparse, ni molestarse, por algunos pedazos de barro animado, que pretenden construir
Página 52 una ciudad con una torre para llegar hasta sus dominios y competir con El- Hacerse un nombre, como traduce la biblia el término shem- y mucho menos optar por confundirlos y desparramarlos por la faz del planeta para conservar su dominio.
En tal caso Paris también debería haber sido destruida en el momento que el señor Eiffel terminó de erigir la torre que hizo famosa a la ciudad y a los franceses conocidos mundialmente. Pero no; Dios no se sintió amenazado, ni por la torre, ni porque los franceses fueran famosos.
Pero sí creemos firmemente, que un grupo de inteligencias de las cuales descendemos; esté permanentemente preocupada porque sus“ hijos bastardos” atrapados en“ el sótano” de un mundo de locura, decidan salir a los“ pisos superiores” por asalto, una vez que descubran o recuerden“ un par de cosas”, es decir: rescaten toda la historia antigua y decidan una vez más hacer“ bullicio”, abrirse paso entre los“ querubines de espadas llameantes” a patadas, golpes y balazos, y tomar el camino que conduce al árbol de la vida.
Solo bajo esta perspectiva, cobran real sentido los versículos del Génesis con el que comenzamos este segundo ensayo:
“ Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre”“… y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.”
Aunque los versículos que relatan los hechos de la torre de Babel, fueron sofisticados al extremo por los escribas hebreos, dejan clara la posibilidad de que los humanos, hablando un mismo lenguaje, es decir, conociendo y compartiendo una historia verdadera que conduzca a un objetivo común, pueden“ alargar su mano”,“ tomar y comer del fruto del árbol de la vida”, y lograr la inmortalidad.
Lamentablemente no es así, porque la mayoría de nosotros cree ser el resultado del gran Azar del materialismo, que afirma que de una molécula salida
de la nada dentro del mar y una chispa de electricidad, llegamos a ser humanos, luego de muuuuuuuchos años. Y otros millones, confían en las sofisticaciones de la Biblia.
Pero volvamos al Génesis, en que se dice que en la cúspide de la famosa torre los hombres pretendían poner un nombre. La palabra hebrea original es shem, que en efecto, en el hebreo actual significa nombre; pero no cualquier nombre, sino el nombre de un Dios. El término utilizado en hebreo es: Ha Shem, que significa“ el nombre”, y este término vino a significar el Nombre por sobre todo Nombre o el Nombre del Supremo.
El pueblo hebreo es posterior a los sumerios y acadios de los cuales tomó prestados su mitología y de ellos deriva su lenguaje. Y los mitos de estos pueblos más antiguos, no dejan lugar a dudas de que los dioses del cielo y de la tierra surcaban por los aires y se elevaban a los cielos con“ vestimentas especiales” y