PROYECTO OVNIS LA REVISTA Nº 2 Proyecto Ovnis - La Revista N°2 | Page 43

Desmintiendo los libros del sistema El Sionismo Esotérico. C Michael Baigent ontinuando con nuestra serie de “desmintiendo los libros del sistema”, o “re-orientándolos” que viene a ser lo mismo, en esta ocasión hablaremos de uno de los libros claves en la trama esotérica, puesto a disposición de los buscadores de la verdad, manifiestamente en un afán de confundir, aunque a la luz de la Sabiduría Hiperbórea las armas culturales de la sinarquía son de doble filo, y también pueden herirla. Veamos: “El Enigma Sagrado” de Michael Baigent, Richard Leigh y Harry Lincoln es una ampulosa investigación que gira en torno al “Sionismo Esotérico”; Sí, evidentemente, es el supremasismo judío avalado por un entramado ocultista de corte histórico del que no se salva ni el “Grial”, símbolo pagano que jamás podría asimilarse a la cosmogonía judía, pero que en el libro figura como una sepa más de la religión talmúdica. Así es, la tesis del libro propone que el “Grial” es la descendencia de “Jesús” a través de María Magdalena. Al respecto inspiro una serie de libros, entre los más populares que llegaron a “Hollywood”, como no, está el ya célebre “Código da Vinci” del afamado escritor Dan Brown, y películas como “Stigmata” del estadounidense Rupert Wainwrigh. Toda esta “onda” de neo- judeocristianismo “new age”, viene de la mano con la emergencia en occidente de los manuscritos apócrifos de varios evangelios que debían ser encuadrados por la cultura a los fines del sistema, varios de ellos reivindicadores del símbolo femenino tan combatido por las iglesias patriarcales. Por: Ursus de la Vega Richard Leight El Priorato de Sión. El libro aporta datos importantes, por ejemplo, hace un seguimiento pormenorizado a más no poder de una sociedad secreta que busca poner en el trono del mundo al legítimo heredero del linaje de Jesús y María Magdalena, con propiedad, un Messiah judío que habría llegado hasta nuestros días a través de una línea sucesoria que se remonta a los espartanos, merovingios y los actuales Plantagenet. Para los autores, los espartanos habrían sido hebreos benjamitas veneradores de una Diosa Madre por lo que se habrían refugiado en Lacedemonia de sus celosos e intolerantes hermanos de Judá, poniendo como único aval unos versículos de un apócrifo libro de los Macabeos que no figura en la Biblia oficial. En este sentido, los autores resaltan la tendencia lacedemonia de la melena como característica de su realeza; los reyes melenudos que gobernarían la Europa pagana ya en proceso de judeocristianización forzosa. Por supuesto, dado que Jesús fue un “nazareno”, es decir, un melenudo, y con una breve y muy sugerente propuesta etimológica de la palabra “merovingio”, que para ellos sería un melenudo venido del mar, pues dan pie al “enigma sagrado”. El “enigma sagrado” habría sido reencontrado por un sacerdote, por supuesto, un tal Berenger Suniere en Renes Le Chateau; este sacerdote sería uno de los más destacados miembros del Priorato de Sión. Entonces, volviendo a la escena europea, y ya que la línea merovingia se pierde con Childerico, los autores sugieren que puesto que Carlomagno tiene alguna ascendencia merovingia y era extremadamente sionista, los merovingios tenían que ser, necesariamente, descendientes de Jesús Harry Lincoln y María Magdalena. Así mismo, ya que los cátaros veneraban una deidad de tipo femenino, y custodiaban el “Grial”, entonces también fueron antesala al priorato de Sión, por lo que eran muy amigos de los templarios, que por cierto, no movieron un dedo para evitar que los mismos Pipinos los exterminaran; pese a lo cual legaron el “Grial” (La descendencia de Jesús que estaba bajo su custodia), valga la redundancia, a los Templarios que fundarían definitivamente el Priorato de Sion, la actual masonería, y por ende protagonizarían los más destacables hechos históricos desde la edad media hasta nuestros días, por lo que no se comprende cómo es que aún no han podido coronar al Mesiah judío como Rey del Mundo, tal vez ese es el “enigma sagrado”. Hasta los mitos nórdicos tan opuestos al judaísmo son etiquetados y adosados a la misma teoría; ya que exaltaban lo femenino, entonces, con una clarividencia asombrosa los autores deducen que en realidad se trataba de María Magdalena, y por lo tanto el “enigma sagrado” está resuelto; no hay Diosas, no hay Valquirias, no hay Virgen, no… tan solo una mujer que llevaba en su vientre al hijo(a) de Jesús. ¡Bingo!... los trovadores germanos, desde Tristán e Isolda, hasta Sigfrido y los Nibelungos, así como Wagner, en realidad veneraban a una mujer judía sin saberlo, y que por cierto…¡ni siquiera era prostituta!… si no, una señora muy buenita y normal… ¿qué tal? Quienes han visto la película “El Código Da Vinci” nos darán la razón, ella, ya no ELLA, es incapaz de caminar sobre las aguas… ¡¡¡ni pensar en convertir el agua en vino!!! Pero, dado que el libro contiene mucha información, es considerado un libro clave para cualquier esoterista o coleccionista de P ágina 43