PROYECTO OVNIS LA REVISTA 1 Proyecto Ovnis - La Revista - Nº 1 | Page 13
TA
DEL
tantes de ese paraíso terrenal del
que dicen conocer las puertas de
acceso situadas en sus territorios,
conocimiento que les fue legado por
los Dioses o los “hombres pájaro”.
En este sentido es muy recurrente
encontrar entre navajos, siux, che-
yenes, mohicanos, Urones, y demás
pueblos de pieles rojas, el signo de
los hombres pájaro, la Swástika, en
sus enceres domésticos, vestido y
otras usanzas rituales que van más
allá de simples propósitos estéticos.
Sin lugar a dudas la Swástika es un
importante vestigio atlante, el “Tri-
dente de Poseidón” es una de sus
derivaciones sémicas, uno de sus
reflejos primarios junto a otra “Vru-
na” llamada “Odal”. Encontraremos
estos simbolismos entre todos los
pueblos nativos de América antes
de la conquista.
Posnansky denomino a estas deri-
vaciones simbólicas como “símbolo
escalonado”, y detecto su rastro en
toda América del Norte, Mesoamé-
rica y sud América; es importante
acotar que la “Chakana” es otra de
sus asimilaciones sémicas, el sím-
bolo de la cruz, insignia represen-
tativa no sólo del cristianismo que
lo adopto, sino de antiquísimas cul-
turas como la egipcia y la sumeria,
que demostrarían el substrato atlan-
te de aquellas civilizaciones, salta a
la vista. Ahora sabemos, gracias a
la extraordinaria obra de Nimrod de
Rosario o Felipe Moyano Cires, que
los pueblos nativos de América se
asentaron alrededor de las enormes
ruinas megalíticas de una Atlántida
tragada por las aguas y adoptaron el
símbolo de la Swástica como refe-
rente proto-cultural, legándolo hasta
la actualidad, tanto en resabios lin-
güísticos, como en mitos, leyendas
y folclore.
M U NDO
historia de un pueblo aborigen de
la amazonia, que sería el resultado
de la degradación de una poderosa
civilización antidiluviana. También
es muy coincidente que Secharia
Sitchin, tal vez uno de los más afa-
mados “sumeriologos” del planeta,
planteé que América fue el asiento
de una facción anunnaki encabeza-
da por la Diosa Inanna, ya que hasta
hoy, es una deidad femenina justa-
mente, el referente teológico más
importante de las Américas: “Pacha-
mama”. Muchos investigadores han
cuestionado las afirmaciones de Sit-
chin, pero vestigios arqueológicos
recientemente encontrados, como
la “Fuente Magna”, probarían que
lo que llamamos “Sumeria”, habría
sido más que una cultura localizada
o circunscrita a una pequeña parte
del globo, en este caso, oriente me-
dio; con propiedad seria una civiliza-
ción de rango planetario extendida
por todo el mundo conocido.
A fin de brindarle al lector un pano-
rama más amplio sobre esta fasci-
nante temática, abordaremos ahora
un tópico que arrojará muchas luces
sobre el pasado atlante de la huma-
nidad. Plantearemos una pregunta:
¿es posible imaginarse a un Atlan-
te? Responderemos que sí. Vea-
mos:
Sabemos ya con certeza, que la
pretendida por la ciencia oficial, evo-
lución humana a partir de una forma
de vida simple y primitiva, es falsa.
Se han encontrado restos muy bien
conservados, entre otros hallazgos
más impactantes, de una humanidad
gigante. Sí, hubieron gigantes sobre
la planeta, y esto de por sí, desbarata
toda la teoría evolucionista. Los
restos megalíticos no sólo sugieren,
si no, exigen, la presencia de unos
constructores gigantes, estamos
hablando de una estatura promedio
de 3 a 4 metros y medio aproxima-
damente; pues bien, estos gigantes
serían nuestro prototipo atlante. Sin
embargo este rasgo, no basta para
explicar cómo estos gigantescos
seres hayan sido capaces de ma-
nipular megalitos supermasivos del
rango de las miles de toneladas de
peso. Dicho de otra manera, no es
suficiente condición ser gigantes.
También estos constructores tu-
vieron que poseer una tecnología,
para nosotros, inimaginable, por
ejemplo una técnica de levitación y
labrado. Todavía en Puma Punku,
por ejemplo, podemos ver bloques
de construcción de 5 toneladas.
Con estos bloques, según experto s
en ingeniería estructural de hoy, se
habría levantado una gigantesca
Karl Brugger nos brinda un maravi-
lloso vistazo a este mundo pretérito
en su libro: “La Crónica de Akakor”,
obra muy sugestiva supuestamente
basada en una fuente irrefutable, la
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