tengan que formular las preguntas; es decir, que la resolución de multitud de problemas tomados
de los textos escolares, suelen ser sólo ejercicios de rutina, mientras que el estudio y análisis de
situaciones problema deben ser lo suficientemente complejas y atractivas, en las que los
estudiantes mismos inventen, formulen y resuelvan problemas matemáticos, siendo clave para el
desarrollo del pensamiento matemático en sus diversas formas. (MEN, 2006).
Por otra parte, alrededor de los temas de investigación en la educación matemática se destaca
el reconocimiento de que aprender matemáticas va más allá del dominio de un conjunto de
reglas, algoritmos, fórmulas o procedimientos para resolver listas de problemas rutinarios. Se
resalta que durante el proceso de aprender matemáticas, los estudiantes necesitan desarrollar una
disposición y forma de pensar consistente con la práctica o el que hacer de la disciplina.
5.1. Antecedentes
-
La noción de “Problema” en Matemáticas
Autores como Mariño y Rodríguez, (2008) definen el término “problema” como lo opuesto a
“ejercicios rutinarios”.
Consideran un ejercicio como un planteo que demanda la aplicación directa de algún método
o procedimiento algorítmico, conocido previamente, que permite arribar a la solución de manera
inmediata. (Mariño, Rodríguez, 2008).
Todo lo contrario ocurre con los problemas; su resolución implica un proceso creativo y de
una complejidad cognitiva mayor, en tanto que el alumno debe elaborar su propio método de
resolución, no sólo apelando a sus conocimientos previos sino también estableciendo nuevas
relaciones entre ellos y, además, empleando diversos procedimientos, tanto algorítmicos como
heurísticos.