Prehistoria de extremadura PREHISTORIA EXTREMEÑA revisado n 2019 | Page 19
que traen consigo una industria básica cuyo principal soporte sería el hueso,
sin abandonar por ello el sílex, con una clara tendencia a la micro-litiza-
ción de las piezas. Debido a las condiciones climáticas más duras se encon-
trarán con mayores dificultades para la caza y con ello para la consecución
de alimentos, por lo que al parecer, será la pesca la que cobre un mayor
impulso, tal como demuestra la gran cantidad de arpones encontrados de
este período. Habitualmente se divide en cuatro etapas.
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Los grupos magdalenienses se establecen en dos zonas geográficas
determinadas: la región vasco cantábrica y el Levante. El magdaleniense
cantábrico está estrechamente relacionado con el francés señalándose a
grandes rasgos las mismas subdivisiones (18.000 a 9.000 a. de C.). Una de
sus novedades consiste en sus manifestaciones que hoy denominamos artís-
ticas. Las cuevas pintadas se concentran de un modo masivo en la corni-
sa cantábrica, en las provincias de Burgos, ,Madrid, Guadalajara Cáceres
(Boquique, Maltravieso, Conejar), asi como en Andalucía (cuevas de la Pile-
ta en Benojar y Nerja).
Desde la zona cantábrica y siguiendo las vías de penetración natu-
rales hacia la Meseta se establecieron en la cuenca del tajo hasta su desem-
bocadura en Lisboa.
En la zona levantina los yacimientos magdalenienses no parecen te-
ner relación con los de la zona cantábrica o al menos son de otra fecha.
Los útiles más representativos son: en el Magdaleniense I, se detecta un