Prehistoria de extremadura PREHISTORIA EXTREMEÑA revisado n 2019 | Page 149
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humanos habiten cada vez más cerca y su presencia sea cada vez más nu-
merosa actuará de elemento corrosivo en cuanto a disputas y conquistas.
Circunstancias que se aprecian en la necesidad que tienen los poblados de
defenderse, para lo cual se eligen los lugares altos, con un dominio lo más
perfecto posible del territorio circundante, y además, construyen, un com-
plicado sistema de murallas, fosos, terraplenes, piedras hincadas en incli-
nación…El incremento y perfección de las armas, reflejado en los ajuares
funerarios responde asimismo a una sociedad integrada fundamentalmente
por guerreros. Motivos no faltan como hemos señalado. Arqueológicamente
se aprecia un movimiento interno de pueblos, que en su expansión, invaden
territorios de otras tribus ya anteriormente establecidas. Movimientos que
como se sabe hoy habían finalizado cuando se llegue a producir la presen-
cia invasiva romana.
Hacia el siglo -V se observan importantes transformaciones cultu-
rales: sus poblados se amurallan, las cerámicas son sustituidas por otras
formas y técnicas muy distintas. En definitiva se entra en una fase con sus
características materiales definidas y propias.
En la segunda fase del Hierro, Extremadura queda comprendida
en el complejo cultural de los centros occidentales o Cultura de los Verracos
en la Península. Son ya pueblos eminentemente ganaderos, igual que en la
primera fase, de asentamiento, fueron guerreros, aún cuando en cierto modo
están unificados por las invasiones celtas. Vivieron en poblados de grandes
dimensiones fortificados con murallas de grandes bloques de piedra apenas