Populismos periferiacpg-2019 | Page 84

Perifèria. Cristianisme, Postmodernitat, Globalització 6/2019 dad que transciende las fronteras de to- dos los grupos humanos, incluyendo así algún tipo de referencia a la “totalidad” de lo real, e incluso transcendiendo cualquier posible totalidad. En estos casos, el ser humano encuentra una identidad que no pende de las cosas, sino del surgir de to- das ellas, y que enlaza directamente con su carácter personal, esto es, con los ac- tos que “persuenan” en su carne. Lo mismo podría decirse, por supuesto, del cristianismo, sobre todo a partir del “giro constantiniano”, que culmina con la creación, después de la reforma, de “iglesias nacionales”, o de iglesias cató- licas con un profundo sabor nacional. 20 La presunta separación entre iglesia y es- tado, conseguida en las colonias ameri- canas, no ha podido evitar las alianzas, a veces enormemente militantes, entre las supuestas “iglesias libres” y el nacio- nalismo norteamericano, incluso cuando este último adopta, en la era del nacio- nal-populismo, las formas más grotesca- mente paganas. Ahora bien, al menos en el caso del cristianismo, se puede argu- mentar que esta alianza con el estado no es constitutiva. De hecho, necesitó varios siglos para surgir por primera vez en la historia. La razón puede estar en un mo- mento radical, detectable en los mismos orígenes cristianos, y que toca de nuevo la formación de las identidades. Obviamente, este tipo de identidades no siempre se logran. La idolatría sustituye el acto puro del surgir de todas las cosas por alguna cosa concreta en la que se trata de localizar la divinidad. Tales “cosas”, y los templos que las contienen, pasan en- tonces a formar parte de los distintos sis- temas de poder, que por su parte quedan entonces divinamente legitimados. Ahora bien, uno de los ídolos más poderosos es la bandera. Muchas de las llamadas reli- giones “universales” están en realidad vin- culadas a diversos tipos de nacionalismo. Pensemos, por ejemplo, en la “hinduidad” (hindutva) y su creciente relevancia políti- ca. En el Islam, el presunto universalismo, superador de toda idolatría, se vincula en realidad a la constitución de un estado concreto, es decir, un califato, difícilmen- te separable de la identidad árabe. De ahí que mucho del llamado “fundamen- talismo islámico” pueda ser entendido dentro de lo que aquí hemos calificado como “nacional-populismo”. Igualmente, el auge del sionismo después de la Shoah ha frustrado la relativa universalidad del judaísmo sinagogal. Se puede leer el llamado “Sermón del monte” (Mt 5-7) desde la perspectiva de la formación de identidades. De lo que se trataría, en este texto, es de la consti- tución de una identidad propia del Israel mesiánico. Ahora bien, curiosamente, el presunto Mesías no apela a la cons- titución de un estado nacional, sino que explícitamente renuncia al mismo, y a la violencia que le es constitutiva. ¿Cómo se constituye entonces la identidad del nuevo Israel, según la propuesta del Mesías? Toda identidad históricamen- 20  Cf. J. H. Yoder, The Priestly Kingdom. Social Ethics as Gospel, Notre Dame (Indiana), 2011, pp. 135-147. 84