Populismos periferiacpg-2019 | Page 79

Perifèria. Cristianisme, Postmodernitat, Globalització 6/2019 Cualquier medida unilateral de un estado en favor del medio ambiente no hace más que erosionar su posición en el capitalis- mo global. las estructuras básicas de la producción la condición y la salvaguarda de una cul- tura verdaderamente participativa? 10 Por eso, cualquier alternativa que atienda al futuro de la humanidad debería comen- zar por adoptar una perspectiva global, ante una sociedad y un sistema econó- mico que son globales. Las fascinaciones con el nacional-populismo son, en último término, resultado de la fascinación so- cialdemócrata y de la fascinación estali- nista con el estado. Sin embargo, la gra- vedad de los problemas mundiales exige perspectivas suficientemente amplias como para entender que no es el esta- do nacional la solución a unos problemas cuyo origen y amplitud transciende todas las fronteras nacionales. J. Arcenillas, Sleepers Si no hay alternativa al capitalismo, vale más decirlo, y dejar de hablar contra él. Si la hay, tiene que ser rigurosamente pensa- da y expuesta. Lo que es claro es que los sistemas socialistas nacionales, herede- ros de la revolución soviética, no funcio- naron. Y se requiere pensar estrictamente por qué no lo hicieron, y porqué no tiene entonces sentido añorar un pasado inde- seable. Mientras tanto, sería conveniente pensar las prioridades, entre las cuales sin duda destacan los derechos laborales, no solamente de los privilegiados occidenta- les, sino ante todo de las masas oprimi- das del amplio mundo, cuya explotación por cierto es la que de hecho permite la continua erosión de los antiguos sistemas de bienestar. Ni las banderas nacionalis- tas ni el orgullo de las nuevas identidades pueden anteponerse a las luchas por los Parte de la vieja fascinación de la izquier- da con el estado se debió a la idea de que un sistema económico alternativo tendría que ser un sistema estatal, caracterizado por la nacionalización de los bienes de producción. ¿Es esto verdaderamente así? ¿No se podría pensar que, en rea- lidad, las transformaciones económicas necesarias tienen que suceder en el nivel de las unidades productivas, que es allí verdaderamente donde acontece la posi- bilidad de que los productores asociados tomen en sus manos su propio destino? ¿No es allí donde se generan, o se su- peran, las verdaderas eficiencias, las que permitirían competitividades que no impli- caran una necesaria reducción de la tasa de explotación? ¿No es la democracia en 10  Cf. D. Schweickart, Against Capitalism, Boulder (Colorado), 1996. El lamentable estado del pensamiento de izquierda se refleja en la poca atención recibida por planteamientos en los que se esbozan posibilidades reales de superación del capitalismo, como sucede con la propuesta de Schweickart. 79