Populismos periferiacpg-2019 | Page 72

Perifèria. Cristianisme, Postmodernitat, Globalització 6/2019 bios, no precisamente eficientes, en el sis- tema económico dominante, a la vez que permitían el acaparamiento de los poderes económicos y políticos por unas nuevas elites, no necesariamente menos corrup- tas que las anteriores. 2 principales ya están completamente glo- balizados, y desbordan el marco de los estados nacionales que en su momen- to levantaron las banderas de la libertad económica. Por otra parte, tenemos la pléyade de movimientos que se pueden entender como nacional-populistas, que en diversas maneras, y con diverso éxi- to, encarnan la resistencia a la expansión global de la civilización capitalista. En este enfrentamiento, las diversas potencias mundiales se acogen a una de las dos fuerzas, al mismo tiempo que promueven esa misma, o la contraria, allí donde pue- de dañar a sus rivales globales. Sin la perspectiva internacional, y sin la pretensión de un sistema económico al- ternativo, ¿realmente se puede decir que exista algo que pueda llamarse “izquier- da”? ¿Cuál sería la identidad de la iz- quierda en el siglo XXI? Ante su aparente inexistencia, podríamos sin embargo de- cir, parafraseando el viejo texto de Marx, que un fantasma recorre Europa. 3 No se trata del fantasma del comunismo, sino del fantasma del “nacional-populismo”. Este fantasma no recorre solamente Eu- ropa, sino el mundo entero. Y lo hace por- que, para aquellos que han perdido sus derechos sociales y su nivel de vida, para quienes los están perdiendo, y para quie- nes nunca los tuvieron, el “nacional-po- pulismo” se presenta como la única resis- tencia viable al capitalismo global. ¿Cuáles son las características de este nacional-populismo? El término quiere marcar una continuidad, a la vez que una diferencia, con el nacionalsocialismo y, por tanto, con los fascismos del siglo pasado. A diferencia de los viejos fascismos, el na- cional-populismo no tiene como principal adversario a la izquierda, debido a que esta izquierda carece de una perspectiva internacional, ni parece tampoco preten- der un cambio del sistema económico. Por eso la izquierda es casi insignifican- te, y en muchos casos un simple aliado. Se trata de populismo no sólo por sus promesas demagógicas, normalmente incumplibles, sino también porque logra aglutinar a diferentes clases sociales, que ahora entienden que sus intereses están representados por una bandera común. Y esta bandera es la del estado nacional, existente o prometido. Precisamente por ello es un nacional-populismo. De este modo, pareciera que el enfrenta- miento político y social de nuestro tiempo acontece entre dos grandes frentes: por un lado, estarían las fuerzas que repre- sentan los intereses capitalistas mundia- les. Es lo que se vino a llamar el “neo- liberalismo” durante las últimas décadas del siglo pasado. Su peculiaridad presen- te consiste en que sus agentes políticos 2  Cf. A. González, La transformación posible. ¿Socialismo en el siglo XXI?, Madrid, 2010. 3  Cf. K. Marx, Manifest der kommunistischen Partei, MEW, vol. 4, Berlín, 1977, p. 461. 72