Populismos periferiacpg-2019 | Page 61

Perifèria. Cristianisme, Postmodernitat, Globalització 6/2019 y los domingos en nuestras plazas, hacen cola en el médico y los demás servicios públicos, ocupan puestos de trabajo que podrían ser para «la gente de aquí». Viven cerca, tienen rostro, los podemos identi- ficar. No podemos expulsar del país a los mercados o a las grandes corporaciones porque estos ya están “fuera” siempre y desde fuera nos dominan, pero sí pode- mos echar a los inmigrantes ilegales o los refugiados, o al menos impedir que en- tren muchos más. nicos blancos en relación a los inmigran- tes asiáticos: “nos hemos beneficiado del creciente disgusto de los blancos británi- cos con la discriminación a favor de los asiáticos. Los blancos de las áreas indus- triales deprimidas son tan pobres como los pakistaníes, pero disfrutan de muchos menos beneficios sociales porque tienen menos hijos y no entran dentro del juego de la economía sumergida, con trabajos no declarados. Los blancos del Reino Unido estamos hartos de la corrección política y de la discriminación a favor de los inmigrantes”. d) De la decadencia nacional a la restauración nacional El capitalismo de consumo global ha des- guazado las identidades mayores: nacio- nales, culturales o religiosas. A muchos les cuesta saber dónde están y quiénes son porque el mundo que habitan es una mescolanza de productos y formas de vida de los cinco continentes donde coe- xisten la pizza, el yoga, el Iphone, el sushi, las series de Netflix, el “súper de los pa- kis” abierto 20 horas todos los días o el peluquero chino de la esquina. J. Arcenillas, Sleepers El populismo se alimenta de la xenofobia, contribuye a hacerla crecer con su retóri- ca racista y la usa continuamente como reclamo electoral, dando a entender que la solución a nuestros problemas pasa por la dureza sin piedad con los inmi- grantes. “Llamar a la nación a las armas contra un enemigo designado confiere un beneficio adicional a los políticos que andan en búsqueda desesperada de vo- tantes” (Bauman, 2016, pág. 36). El euro- diputado populista británico Nick Griffin, reconocía los beneficios electorales de la sintonía con las reticencias de los britá- La sociedad de consumo, líquida y glo- bal, ha desnacionalizado nuestras for- mas de vida. Las identidades fuertes tradicionales o modernas basadas en fundamentos sólidos (una religión, una nación, una clase social, una ideología política, un ideal moral, ...) se han desva- necido y la gente intenta adoptar alguna más ligera y portable con los recursos 61