Populismos periferiacpg-2019 | Page 58

Perifèria. Cristianisme, Postmodernitat, Globalització 6/2019 social” (Bauman, 2017, pos. Kindle 605). Hay mucha ira contenida o desatada que es agua de mayo para el populismo: “No hay mejor manera de asegurar el éxito de los populistas que poner al fuego y hacer bullir permanentemente el caldero de la ira –avisa Bauman–: la ira de los excluidos y los abandonados es una veta excepcio- nalmente fructífera de la que extraer ca- rretadas y carretadas de capital político” (Bauman, 2017, pos. Kindle 1132). de su vida como receta contra la inse- guridad y la desprotección: “Los detalles cambian en cada país –declara Bannon–, pero la filosofía [del movimiento populista] es la misma: llevar la toma de decisiones cerca de la gente, soberanismo, seguri- dad y economía” (Verdú, 2019). La oferta populista, hay que decirlo, tiene trampa: Bauman denuncia que se funda- menta en la práctica de lo que él llama la “securización” (Securitization), es de- cir, crear la sensación de que se da se- guridad a una ciudadanía inquieta a base centrarse en asuntos sobre los que el estado mantiene un cierto control, ocul- tando otros factores más relevantes so- bre los que el estado ya no tiene una gran influencia: los mercados financieros, las grandes corporaciones transnacionales. La emigración, el terrorismo, la identidad o la lucha cultural se sitúan así en las pri- meras líneas de la agenda política (Bau- man, 2016, pág. 33). “La inseguridad real (muy real) incorpora- da a la condición existencial de sectores cada vez más amplios de la población es una ayuda para los políticos a la que estos no hacen ascos” (Bauman, 2016, pág. 32). El populismo sabe extraer ca- pital político de la inquietud o la ira de la población trabajadora, desculpabiliza a los trabajadores y empresarios del país, y propone un cambio radical que muchos firmaríamos: la economía al servicio de las personas y no las personas al servi- cio de la economía. “Frente a este Cher- nobyl económico y social, demográfico e identitario –proclamaba Marine Le Pen el 1 de Mayo de 2019–, nuestro proyecto es una revolución. Una revolución pacífica y democrática, pero una revolución, la del sentido común. (...) La economía está al servicio del hombre y del bienestar de los pueblos y no al revés” (Le Pen, 2019b). “Queremos liberar a Europa –continua- mos citando a Le Pen– de una nueva for- ma de dogmatismo, impuesta en nombre de la llamada ciencia económica de de- recho divino” (Le Pen, 2019). Se trata, en definitiva, de devolver a la gente el control c) Los inmigrantes en cuestión Ya hemos dicho que, para el populismo, los enemigos de la nación son las élites, los partidos tradicionales, las corporacio- nes globalizadas y las instituciones supra- nacionales, pero dos de cada tres veces su discurso apunta los inmigrantes. Estos se convierten en el blanco de las mayores acusaciones. Se trata de los inmigrantes legales, pero sobre todo de los ilegales y los refugiados. Ellos representan en car- ne viva, dentro de nuestras sociedades, la realidad de la globalización. La inmigra- 58