Perifèria. Cristianisme, Postmodernitat, Globalització 6/2019
“adecuadas” a nuestro tiempo, perfecta-
mente “contemporáneas”, que encajan
con las expectativas de sectores impor-
tantes de la población y que, por tanto,
“alguna razón” tienen.
No iremos a ninguna parte –o más bien
iremos a peor– si nos limitamos a una au-
tosatisfecha condena de los líderes y los
partidos populistas de extrema derecha
desde un sentimiento de superioridad
moral que no se interesa por la situación
que viven sus votantes, la inmensa mayo-
ría de los cuales de ninguna manera son
unos fascistas nostálgicos y obsoletos.
3. La “societat líquida”
Para poner de manifiesto la actualidad
radical del populismo nos parecen útiles
las reflexiones de Zygmund Bauman so-
bre la sociedad actual, que ha caracteri-
zado con los conceptos de “modernidad
líquida” o “sociedad líquida”. No tenemos
espacio aquí para desgranar con detalle
todo lo que implican estas nociones; sólo
las esbozaremos y señalaremos después
por qué tienen especial relevancia en la
emergencia del populismo.
J. Arcenillas, Sleepers
La imprescindible lucha política contra
los populismos en todas sus expresiones
sólo será eficaz si asumimos su actuali-
dad y reconocemos su radicación plena
en nuestras sociedades tal y como son
hoy. Que sean rechazables no quiere de-
cir que no sean explicables, y explicarlos
no equivale a justificarlos. Tratar a los po-
pulismos derechistas de neo-fascistas,
neo-nazis o neo-franquistas, rechazarlos
sin más y quedarnos tan anchos nos ale-
ja de comprenderlos y nos hace más difí-
cil contrarrestarlos porque no habremos
identificado correctamente las claves de
su éxito. En cambio, vincularlos al pre-
sente y no al pasado nos puede ayudar
a entender a quienes son seducidos por
su propaganda y a dialogar con ellos, y
nos obliga a buscar alternativas más via-
bles, justas y democráticas que los pro-
gramas populistas.
“La fluidez es la metáfora regente de la
actual etapa de la sociedad moderna”
(Bauman, 2000, pos. Kindle 43). Lo que
hace “líquido” nuestro tiempo es el he-
cho de que se han “licuado” durante la
segunda mitad del siglo XX y hasta hoy
las bases “sólidas” sobre las que se asen-
taban, primero la sociedad tradicional (la
religión, la iglesia, la monarquía, la estir-
pe, la vida comunitaria ...), y la sociedad
moderna después (el Estado-nación, la
clase social, las empresas, el trabajo, la
familia, la propiedad...). Toda referencia
sólida orientadora de la vida individual y
social ha perdido consistencia. Las ins-
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