Populismos periferiacpg-2019 | Page 47

Perifèria. Cristianisme, Postmodernitat, Globalització 6/2019 para todos; recetas simples para abordar asuntos muy complejos: “Vamos a se- guir dos reglas muy sencillas –propone Trump–: compra estadounidense y con- trata a estadounidenses” (Trump, 2017). Levantar muros en las fronteras para de- tener las migraciones o subir los arance- les a los productos chinos para proteger a las empresas nacionales son fórmulas simples que encarnan muy bien el espíritu demagógico del populismo. Por el contra- rio, la idea de que todo es muy complejo y no hay recetas rápidas para los grandes problemas se mira como un tópico de los “expertos”, los manipuladores de estadís- ticas, los asesores a sueldo de las élites políticas y económicas. todo un presidente estadounidense airear cada día sus tonterías en twitter como cualquier otro fanático de la red. El líder populista presenta rasgos autoritarios, un cierto carácter mesiánico, autosuficien- te, voluntarista, se sitúa por encima del partido que lo avala, quiere ser el líder de un “movimiento” nacional insertado en un movimiento populista internacional. 4) El populismo se basa en liderazgos ca- rismáticos que apuestan por la defensa a ultranza de los intereses del “pueblo”: “Voy a luchar por vosotros hasta el último aliento, y nunca, jamás, os abandonaré. América volverá a triunfar, como nunca antes (...) Nunca volveréis a ser ignora- dos. Vuestra voz, vuestras esperanzas y vuestros sueños definirán nuestro desti- no como nación”, prometía Trump en su toma de posesión (Trump, 2017). El líder populista proclama a los cuatro vientos que sintoniza con las verdaderas necesi- dades del pueblo, habla el “lenguaje de la gente”, se aleja del “lenguaje política- mente correcto”, dice “lo que todos pien- san” pero no se atreven a decir por temor a la “cultura progresista” que lo domina todo. Se dirige directamente a la gente mediante las redes sociales, no necesita intermediarios: resulta espectacular ver a J. Arcenillas, Sleepers 5) El populismo cuestiona (con variedad de tonos) la institucionalidad y la legalidad democráticas en nombre de una “verda- dera democracia” nacional donde se eje- cute “directamente” la voluntad popular. Abona el desencanto con la democracia liberal y sus mediaciones: los partidos políticos, el parlamento o el sistema judi- cial. El populismo se presenta como un reformismo radical que quiere cambiar seriamente la sociedad en el aspecto po- lítico, institucional, económico, educativo y cultural; por ello, la llegada al poder de partidos populistas conlleva reformas le- gales drásticas que ponen en cuarentena las instituciones o los hábitos democráti- cos tal y como se han entendido hasta el momento. Los líderes populistas prescin- 47