Populismos periferiacpg-2019 | Page 107

Perifèria. Cristianisme, Postmodernitat, Globalització 6/2019 nen a remover pestillos y cerrojos, des- echar llaves, levantar las aldabas, dejar al descubierto lo que está oculto, destruir los obstáculos que cierran las entradas o las salidas o que impiden el tránsito, y el poder utiliza estrategias difícilmente com- patibles con la democracia, como sucede con el populismo. populismos en la vida política en general, puesto que una cierta idea de identidad forma parte del cimiento de cualquier na- cionalismo, y el populismo se ha extendi- do como instrumento de la vida política en general. Frente a lo que defendió Henry Bergson cuando habló de la sociedad abierta, desde hace tiempo nos encontramos con grupos políticos y gobiernos carentes de la flexibilidad necesaria en la vida política en general y de una praxis política respe- tuosa y tolerante, y con una ciudadanía que respalda políticas que discriminan e incluso estigmatizan a quienes conside- ran diferentes, por ser migrantes, profe- sar una u otra religión o tener costumbres que consideran equivocadas o peligro- sas. Esta discriminación la sufren funda- mentalmente los pobres, precisamente por ser pobres (aporofobia). Al mismo tiempo han crecido formaciones políticas populistas y nacionalistas en todo el mun- do y de manera preocupante en Europa, donde parecía que los nacionalismos es- taban en proceso de extinción y donde los populismos parecían superados; un crecimiento que, como sucedió en Cata- luña en octubre de 2017, conduce a la división de la sociedad y a la aparición de actitudes de intolerancia con aquellos a quienes los nacionalistas consideran distintos, con el riesgo consiguiente de ruptura de la convivencia. En este marco es realmente necesaria la reflexión sobre la identidad y sobre la presencia de los Si tomamos el populismo como la “ten- dencia que pretende atraerse a las cla- ses populares” (DRAE), y sin entrar en un análisis minucioso del concepto, esta tendencia política está presente en el panorama político actual y, ade- más, ha sido una constante en todas las democracias, incluida la ateniense. No hay más que leer diálogos de Pla- tón como Protágoras, Gorgias o Hipias, o la Retórica de Aristóteles para confir- marlo. Al fin y al cabo, la praxis política democrática arranca y confluye en las elecciones, en las que es fundamental conseguir el voto de los ciudadanos, por lo que es básico, además de cons- truir y reforzar una idea de identidad na- cional o de grupo, convencer con el fin de obtener el voto de los ciudadanos. Sea el populismo un miembro legítimo de la democracia (Margaret Canovan), una patología de ella (Pierre Rosanva- llon) o una consecuencia de las deman- das sociales que existen en la sociedad (Ernesto Laclau), el populismo ha sido y es una constante en la vida pública. Populismo y discurso identitario Siguiendo a Torcuato S. di Tella, podría- mos describir el populismo como un fe- nómeno político que se caracteriza: a) 107