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En los distintos escenarios de desarrollo social y de establecimiento de poder, existe una palabra clara que debate entre lo que es real y lo que aun siendo real es debatible, este tipo de de conceptos se sumergen en un escenario de creencias y pensamientos que se hacen reales y permean en el desarrollo de la ecología cultural de los individuos, haciendo de este mismo un cuerpo influenciado para formular la psicología de los individuos y un individuo más dentro del contexto social y el estudio de los mismos.
Es lo más exacto que se puede deducir del texto de (Villoro, 2008). Incluyendo los apartes de los otros dos autores, que se pueden negar que complementan el contexto de cómo el poder es la suposición de unas creencias individuales y colectivas. Naturalmente, somos individuos de dominio, y de liderazgo (suposición de las ideas) también de la combinación de creer en las convicciones ajenas que fomentan la subordinación de las ideas presentadas por otros, ideas que conllevan el contexto de una realidad pensada e impuesta para el ejercicio del poder político para la formulación de un estado.
El autor, propone que la ideología no solo es el pensamiento de lo que se podría llamar certero, tambén la construcción de las ideas falsas, carentes de irracionalidades y que ocultan el espacio suficiente para descubrir el fallo del pensamiento o el mismo “ocultamiento de intereses y valores…) Entonces establece el desarrollo del concepto a una creencia, lo que podría suponer una conclusión ligera extraída de dos conceptos que aunque producen el desarrollo científico para que la Filosofía y la Ciencias Sociales no se ocultan dentro de la necesidad de darle apertura a este conjunto de ideas, pudo establecer un punto introductorio para extraer otros desarrollos ideológicos que establezca un orden natural que no sea tan extremo en su definición y relación científica.
Desde el enfoque gnoseológico, entendiendo que éste se puede relacionar con las consideraciones de verdad que hay en los enunciados, se dice que la ideología se enmarca en lo que se considera como una serie de enunciados injustificados que, gracias a la retórica de sus manifestantes, logran convencer de ideas, muchas veces carentes de argumentos lógicos, a un grupo en específico de personas. Es de mencionar que, desde lo referente al conocimiento, la ideología se presenta como una falsedad de grandes dimensiones, pues cumpliendo con características como la de “presentar los productos de un trabajo como cosas o cualidades de cosas independientes de ese trabajo” (Villoro, 2008), postuladas en el texto en mención, se puede decir que enunciados, enmarcados en estas condiciones, carecerían, por lo menos evidentemente, de un sustento lógico que le contribuyera a su justificación.
Siguiendo en la línea de análisis desde la perspectiva gnoseológica, es menester mencionar que también se encuentran fuera de los límites de la verdad aquellos enunciados que intentan persuadir a un grupo social disfrazando los intereses particulares en formulaciones de valores universales, lo que, de una u otra forma, es una práctica común en contextos políticos actuales en los que, por defender preferencias propias, se resulta convenciendo a un grupo social quienes, a fin de cuentas resultan validándoles, inmersos en ese círculo de “in-justificación ideológica”.
Desde el punto de vista gnoseológico por el que se reflexiona el concepto de ideología
La critica del debate