o algún colectivo genérico, a modo de reconocimiento y agra-
decimiento por algún motivo.
Como buen ser creativo que se precie, Vaello utiliza la madru-
gada, las trasnochadas y los ratos de insomnio tras despertares
repentinos para escribir su poesía; otras noches, para pintar.
Muchos de sus poemas han sido escritos o acabados sobre las
tres de la madrugada, y se vuelve a acostar momentos después
para recobrar el sueño y descansar unas horas más. Dice que
a su edad ya nunca consigue dormir toda la noche del tirón; a
cambio, se repone en ratos de dos o tres horas y en la siesta de
después de comer. A pesar de eso, es un soñador incansable.
Mientras se produce la publicación de su poemario, Juan y
yo estamos preparando con mucha ilusión el libro específico
de sus memorias, con el que se podrán conocer más detalles de
su vida, así como anécdotas en el ambiente del espectáculo de
antaño, en la rumba catalana, los gitanos de la calle de la Cera
y, en general, para contribuir a la inmortalización de la historia
del barrio del Raval.
Es la primera vez que publica su poesía en formato libro; no
obstante, hay alguna publicada en alguna revista de Tarragona
con motivo de sus fiestas. En realidad, su idea primera era im-
primir los libritos de manera más informal y privada, para re-
galar en petit comité a sus conocidos y allegados estando en vida
y como recuerdo para cuando ya no esté. Entonces le propuse
que ya que lo hacemos y que, además, vamos a sacar el libro
de sus memorias, ¿por qué no publicar y registrar formalmente
también este? Le gustó la idea y así hemos hecho. Bienvenidos
seáis los lectores que no conocemos personalmente.