"EL PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS PIERDE CREDIBILIDAD"
JOSÉ MANUEL GRAGERA
Iker Casillas y Xavi Hernández, ambos baluartes de nuestra querida Selección Española de Fútbol han sido, en este año 2012, los elegidos para llevarse este reconocimiento como abanderados del deporte no sólo nacional, sino, también internacional. Tanto el madrileño como el de Tarrassa han tenido que realizar grandísimos esfuerzos a nivel profesional y personal para ser, sin lugar a dudas, los mejores en su trabajo. Pero éste no es el argumento por el que reciben el premio, pues los dos futbolistas españoles han sido un ejemplo mundial de racionalidad y de compromiso con una faceta muy importante en la vida, la amistad. Ellos, sobrepusieron su amistad y trabajo como compañeros de Selección a los duros enfrentamientos ocurridos entre Madrid y Barça. Superaron grandes tensiones provocadas, ni más ni menos, que por la
defensa de sus propios intereses para
con sus clubes.
A pesar de ello, estos dos iconos deportivos entendieron que hay cosas que el deporte no está para romper, sino para crear y fortalecer.
Son, sin duda el mejor referente para la juventud de este país y del resto del mundo.
Pero por desgracia, no todo iban a ser alabanzas y felicitaciones. Íker y Xavi las merecen como los que más, por supuesto. Pero es aquí, en la entrega de este premio, donde reside el problema.
El fútbol, para bien o para mal, está demasiado en boca de todos y, en muchas ocasiones, nos olvidamos en exceso de que existen un enorme diversidad de deportes y de deportistas que merecen un reconocimiento. Tras la noticia, no puedo dejar de pensar en quiénes no han sido los galardonados.