Philosophically Speaking: Annals of the International Philosophy Grou Philosophical-Annals-I-2016 | Page 31

Andújar F J F
corrigiendo solo algunos aspectos, propios de los tiempos de la Antigüedad. La“ antimateria”, que a veces los apologetas religiosos intentan utilizar para relativizar el conocimiento científico y naturalista, como supuesta prueba de un mundo no-material, no es más que una forma de materia, de opuesta carga eléctrica, que cuando contacta con la materia mutua, se“ aniquilan”, transformándose en fotones de alta energía 28. El hecho es que vivimos en una realidad perfectamente experimentable y comprobable, y todo aquello relacionado con el Misterio y lo Inexplicable parece no ajustarse a la realidad, hasta tal punto que resulta imposible. No debemos confundir lo aún desconocido por nuestra incapacidad, a lo que no se puede conocer por designio divino o porque así lo proclama la religión. Lo Desconocido no es el Misterio ni lo Inexplicable. Las cosas desconocidas pueden ser explicables, solo se necesita tiempo, y acierto. La Fe, que consiste en creer por creer, sin razón alguna, por pura voluntad propia, es contradictoria con el método científico. No se puede aceptar la Fe en ningún debate mínimamente sano 29. Y aunque es legítimo que alguien quiera para sí la Fe, debería ser consciente de lo que supone, y lo que podría significar si los demás asumen cualquier cosa por pura Fe. Las injusticias, los crímenes, los desvaríos, podrían tener la excusa de la Fe, y nadie lo puede sacar de esa lógica propia. El Catecismo dedica un párrafo a la relación entre la Fe y la Ciencia en su tercer capítulo de su primera parte, primera sección:“ 159 Fe y ciencia. « A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber contradicción entre ellas. Puesto que el mismo Dios que revela los misterios e infunde la fe otorga al
28 Antimateria: http:// www. cienciapopular. com / ciencia / antimateria Consultado el 25 / 12 / 2015. 29 En el Catecismo de la Iglesia Católica podemos leer en su Primera Parte, Primera Sección, Tercer Capítulo:
“ 143 Por la fe, el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su ser, el hombre da su asentimiento a Dios que revela. La sagrada Escritura llama « obediencia de la fe » a esta respuesta del hombre a Dios que revela.” El fanatismo se extiende hacia un elemento clave en la religión, la obediencia:“ 144 Obedecer( ob-audire) en la fe es someterse libremente a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios, la Verdad misma. De esta obediencia, Abraham es el modelo que nos propone la Sagrada Escritura. La Virgen María es la realización más perfecta de la misma.” Toda labor racional o de inteligencia puede realizarse bajo la condición de su sometimiento a la Fe. En las líneas siguientes se hace una serie de declaraciones que cualquier religión puede asumir como propia y, con ello, sentirse impune. La desfatachez llega al extremo cuando entiende que la propagación y santidad de la Iglesia es prueba de la verdad revelada de Dios en la Biblia, y que“ La fe es cierta, más cierta que todo conocimiento humano, porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede mentir.”“ Creemos « a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos ».” Eso sí, adaptada a nuestra“ inteligencia” creada por el propio Dios creador, cosa que no se contrasta con la realidad.
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