Philosophically Speaking: Annals of the International Philosophy Grou Philosophical-Annals-I-2016 | Page 20

ANTI-TEO Vivir, pensar y saber en la realidad que usamos todos para no aceptar cualquier afirmación sin fundamento. Téngase en cuenta que tampoco existe un especial interés en la negación de una demostración. En especial, cuando se trata de Dios. ¡Sería muy consolador saber que existe un Dios bueno y un lugar donde nos reunimos con nuestros seres queridos! Ningún ateo tiene especial interés en señalar que esta vida se reduce, básicamente, a nacer, vivir y perecer. Salvo la necesidad de sujetarse a lo que considera cierto y ajustado a la realidad. Esta necesidad de atenerse a la verdad debe desperar nuestro espíritu crítico. Ponerlo todo en duda no para relativizar sino para ser más rigurosos con las posibles certezas. No ser prejuiciosos ni dar nada por hecho o cierto hasta que se razone y/o verifique. Dar el correspondiente nivel de veracidad a cada aspecto analizado y estudiado. Ser escépticos pero abiertos. Sinceros y honestos que no recurren a la mala fe. Ni siquiera vengarse por aniversaciones personales o algún mal trato sufrido por alguien que no piensa como tu. Es importante ser íntegro con tu propia conciencia (que es tu único “cielo”) y con la realidad que va más allá de tu ego y de tu persona. Porque a menudo el creyente es, ante todo, un constructor de un Alter Ego llamado Dios, y por ello recurre a él para mandar bendiciones o maldiciones, amenazas espirituales y morales. Todo, con la certeza de que será así, y desde luego, que su deseo se corresponde a los designios divinos. Termino este apartado señalando la distinción entre realidad y verdad. La realidad es todo aquello que existe, al margen de lo que nosotros sepamos, sentimos y entendamos. La verdad es la interpretación que nosotros damos como certera de esa realidad. Por esas definiciones el ser humano nunca tendrá un acceso a la realidad, sino que llega a ella por medio de la verdad. Y se llega a la verdad por medio de métodos de verificación. El “método científico” es el más famoso método de vetificación, pero no es, ni mucho menos, el único. Pero en general todos estos métodos de verificación siguen unas pautas generales que se repite en un caso y otro: un primer paso de presentar una hipótesis sobre una pregunta o problemática que ha sido observada y analizada, un segundo paso de verificar la hipótesis por 20