Andújar F J F
política, con claras ambiciones a corto plazo. Dios es un ser político que justifica el poder de un rey, que justifica una guerra, que justifica unas medidas impopulares.
A través de los siglos, las religiones irán evolucionando, a menudo partiendo incluso de filosofías, surgiendo de esta manera religiones de distinta naturaleza como es el budismo o el taoísmo, que no tienen dioses, pero tienen una concepción de la realidad con matices sobrenaturales y metafísicas. En otros casos, siguiendo la evolución de la historia de la humanidad, se ha ido reproduciendo y extendiendo el monoteísmo, cada vez más desarrollado, surgiendo el cristianismo y el Islam desde el judaísmo, con distintas mezclas culturales y de otras creencias religiosas. Sin embargo, hoy en día no suelen aparecer dioses nuevos, algo muy extraño, pues en la actualidad se inventa de todo; hay una buena razón: el exceso de información daría fácilmente en la actualidad con el autor del invento, que es siempre humano, como siempre lo fue.
2. El problema del Agnosticismo.
El agnosticismo es frecuentemente mal definido. Su etimología indica: a-( No, Sin) Gnosis( Conocimiento): No / Sin-Conocimiento, del que deriva la confusión con el“ no sé si existe Dios” con una postura más profunda y firme: no es posible conocer la existencia o no existencia de Dios, ya que la naturaleza divina nos impide tal posibilidad. Implícitamente, esto es un rechazo de cualquier Verdad Revelada en la que se asientan la mayoría de las religiones, por lo que es natural que el agnosticismo haya sido considerado a menudo como una especie de ateísmo complejo y sutil por parte de todo tipo de religiosos. Sin embargo, no podemos aceptar ese extremo, pues el agnosticismo contempla la posibilidad de un Dios al estilo de los deístas, e incluso algo mucho más misterioso, completamente ininteligible, inherentementes incognoscibles, es decir, imposible de comprender o conocer por nosotros, y
que por ello, es totalmente imposible saber realmente si existe o no: no hay medios para ello. 15