Personajes legendarios del género de terror | Page 39
34
En cuanto al punto 1, muchos médiums pueden percibir tan sólo sentimientos o percepciones de los espíritus
(empatía), no pensamientos más elaborados y complejos,
distinguen auras de colores de personas vivas o señalan
áreas concretas donde los espíritus se sitúan. Por otra parte, en los puntos 1, 2 y 3 estas percepciones difieren según
el individuo y pueden presentarse de forma más o menos
intensa, continua o discontinua (al parecer en forma de
rápidos e incompletos flashes de información). Respecto
al cuarto punto, algunos médiums han conseguido recabar un alto porcentaje cierto y verificable de información,
algunas veces por procedimientos como la escritura automática o la psicometría. Estos mediums han logrado recabar información útil para esclarecer desapariciones y crímenes y ayudar a arqueólogos o a personas desesperadas
por dramas familiares, como atestiguan los casos de John
Edward, Chip Coffey, Anne Germain, Rosemarie Kerr,
Sally Headding o Nancy Orlen Weber, entre otros. Curiosamente, unas pocas personas parecen poseer el don contrario de impedir o desfigurar cualquier inferencia mediúmnica. Este hecho parece apoyar el argumento de que
la mediumnidad es un tipo de talento telepático que manipula información inconsciente de los cerebros de los sujetos sometidos a ella para reforzar convicciones que los
individuos ya poseen. Muchos médiums dicen nacer ya
con el don, manifiesto desde su infancia, y se ven asediados por espíritus buenos y malos; algunos de ellos, según
interpretan, son los llamados espíritus guía, que los protegen, informan, acompañan y asesoran durante toda o
gran parte de su vida. El médium no se ve afectado por
la distancia ni el tiempo, sino por la presencia de signos o
vestigios de aquello con lo que se comunica, y es un don
innato, se posee (desde la infancia) o no se posee.
Los fantasmas más frecuentes poseen una tipología escindida en cuatro clases:
• Fantasmas residuales, o visiones que realizan actos
repetitivos y carecen de actitud comunicativa o interacción con los observadores.
• Fantasmas conscientes, que pueden comunicarse e
interactuar con los observadores.
• Encantamientos duraderos de lugares concretos
donde se manifiesta uno o más fantasmas desde hace
mucho tiempo.
CAPÍTULO 4. FANTASMA
rado por Allan Kardec y la teósofa Helena Petrovna Blavatsky, el alma sobrevive a la muerte del cuerpo material
y asciende a un nivel superior de existencia. Sin embargo algunas almas se desvían de ese camino; no parecen
tener una autoconsciencia completa de su ser; la tienen,
pero sólo hasta cierto punto, porque no han logrado todavía resolver sus dudas existenciales. Se trata de fantasmas: entidades desencarnadas que se torturan y fustigan
cruelmente con asuntos no resueltos en su vida anterior.
Puede, por ejemplo,
• Que no acepten su propia muerte, que no quieran
reconocer que han desencarnado.
• Que se sientan culpables por no haber concluido correctamente algún asunto durante su vida humana.
• Que se sientan atados o ligados afectivamente a alguna persona o lugar cuando estaban con vida.
• Que sientan odio o rencor consigo mismos o con alguien de su entorno como humanos.
• Que sientan que no merecen estar en ninguna parte
y que ya no les queda esperanza.
Un fantasma se construye con algunas de las actitudes no
resueltas de un humano mientras vivía encarnado en su
cuerpo físico: padece carencias, obsesiones, sentimientos de culpabilidad, apegos, miedos o desesperanzas irresistibles. Por no cuidar esas actitudes, según el Espìritismo, uno se puede transformar en un posible candidato
a fantasma el día de mañana. La labor del médium ha
de consistir en orientar y aconsejar para poder cambiar
esas actitudes. Debe ser capaz de sentir que está a tiempo de rectificar o de perdonar o ser perdonado, ser capaz
de sentir que tiene una segunda oportunidad en la que
podrá aprender de sus errores del pasado y convertirlos
en un valioso conocimiento para el futuro. Este cambio
de actitud para el fantasma, que no sería s ino una entidad mendiga que pide afecto, comprensión, y oportunidad para un cambio, debe proporcionárselo el médium.
Una vez el fantasma ha comprendido, espontáneamente
sucede aquello largamente ignorado o no esperado por
él, sabe que puede sentirse libre y continuar su camino
de evolución en niveles superiores de conciencia y puede
seguir su camino en paz creciendo existencialmente hacia
otros planos, bien en una forma encarnada o bien en una
forma espiritual. Ha comprendido que la capacidad de ordenar sus experiencias le permiten ser su mejor maestro
y enseñar a otras entidades a no repetir su mismo error.[5]
• Poltergeist o “espíritus burlones”, fenómenos de duración más reducida ligados a una persona, por lo
general adolescente o joven (aunque no siempre), en
la que se mueven objetos solos, se escuchan golpes
repetitivos o ruidos y se encienden o apagan luces. En el vocabulario espiritista no se utiliza la palabra fantasma, sino eidolon, espíritu, ente o entidad. Algunas almas no habrían pasado a otro nivel de existencia por miedo a quemarse eternamente, por simple obstinación o por
4.7 Fantasmas y espiritismo
poseer demasiado apego a este nivel de existencia o a algunas cosas y personas de este nivel de existencia. Otra
Según el espiritismo o “doctrina espírita”, como se decía explicación a este fenómeno, que permite una leve unifien el siglo XIX desde que este movimiento fue configu- cación entre la física contemporánea y esta creencia so-