Periódico USS / Universidad San Sebastián Agosto Nº16 | Page 9
Pág. 9
Edición Nº 16 / Agosto 2019
Prótesis 3D: trabajo
en equipo que cambió
la vida de un paciente
E
n promedio, un paciente con la
amputación de una extremidad
inferior tarda cerca de dos años
en acceder a una prótesis definitiva,
principalmente porque son muy
costosas, superando incluso los $10
millones.
Si bien Fonasa y otros servicios como
Senadis ayudan a financiar la cobertura
de este dispositivo, existen tiempos de
espera en los centros hospitalarios,
que en algunos casos puede afectar
el tratamiento de una persona. “Esto
obliga al paciente a permanecer en
una silla de ruedas, quien ve limitado
su nivel de participación en distintas
actividades, independiente de la
edad que tenga, llegando a perder su
potencial funcional y ocupacional”,
explica la directora de la carrera
de Terapia Ocupacional, Katherine
Vásquez.
Eso le habría ocurrido a Víctor León
(68 años), ex carabinero y guardia de
seguridad, quien sufrió una herida
en el dedo de un pie. Al principio
no le dio importancia, hasta que
comenzó a ponerse negro (necrosis).
No previó el riesgo que una herida
de esas características supone para un
paciente con hipertensión y diabetes.
“Fui al consultorio y me derivaron
al hospital Barros Luco. Me vio
un médico porque tenía el dedo
seminegro; yo no pensaba que fuera a
ser tanto, pero al otro día me operaron
y sacaron el dedo. Me dieron el alta,
pero otros dedos también se estaban
poniendo negros. Finalmente, en el
hospital Dipreca me amputaron la
pierna por debajo de la rodilla. Ahí
se me vinieron los años encima”.
El dispositivo es de bajo costo, reciclable y
responde a las necesidades de autonomía de
pacientes que, sin esta alternativa, podrían
quedar postrados.
Fue en este último recinto de salud,
donde conoció al profesor de Terapia
Ocupacional, Andrés López. “Me
fue sanando paso a paso, porque me
dijo que no era de un día para otro,
pero con ejercicios y terapia me fui
acostumbrando. Me ayudó harto a la
recuperación general. Gracias a ese
tratamiento salí adelante y ahora estoy
con una prótesis”, cuenta.
La primera prótesis que utilizó Víctor
fue elaborada por el docente a partir de
termoplástico y madera, “instrumento
funcional e importante para que no
quedara postrado, pero poco estético
y de materiales caros”, dijo López.
Ingeniería aplicada a la salud
Posteriormente, se le fabricó una
prótesis 3D mucho más estética y
funcional, trabajo que se hizo en el
laboratorio Make it Lab de la Facultad
de Ingeniería y Tecnología. “A través de
la metodología design thinking iniciamos
el diseño, trabajamos con el paciente,
el terapeuta y creamos un producto
que empatizara y funcionara con él”,
comentó Carlos Escobar, director del
área de Innovación y Tecnología de
la Facultad.
“La diferencia con respecto a las
prótesis tradicionales es abrumadora
en cuanto a precio y la incorporación
de otros valores agregados, como
la resistencia mecánica y la
sustentabilidad. La prótesis se elaboró
a partir de Plástico PLA, material
constituido por resinas vegetales y
biodegradable”, afirmó Escobar.
Este producto marca un antes y un
En el diseño y
fabricación de la
moderna prótesis,
trabajaron
profesionales
de la Facultad
de Ingeniería y
Tecnología y de la
carrera de Terapia
Ocupacional.
después. “Le damos respuesta a una
necesidad sentida de los pacientes
de no poder comprarse una prótesis
rápido porque son costosas, aparatosas
o están fuera de los sistemas de
protección social o, si están dentro,
deben esperar mucho. Entonces
ofrecer esta prótesis 3D es una
posibilidad terapéutica espectacular”,
señaló López.
Hoy Víctor camina solo, apoyado
con bastones, pero saliendo adelante
“porque Dios me ha puesto a todas las
personas correctas. No me ha dejado
solo, así que estoy bien”.
¿Qué sigue? Los académicos
continuarán explorando nuevas
soluciones que combinen el saber
de la ciencia de la salud con las
oportunidades que brinda la tecnología
e innovación, para lograr dignificar
la atención y la calidad de vida de
los pacientes.
Inédito estudio evaluó el
impacto del GES en cánceres
de alta mortalidad
Un inédito estudio de evaluación del impacto
de las Garantías Explícitas de Salud (GES)
en cinco cánceres de alta mortalidad en
el país –mamas, cervicouterino, vesícula,
estómago y colorrectal– entre los años 2002
y 2016 (periodo que registró 9.111 muertes
promedio/anual), desarrollaron María José
Monsalves, como investigadora principal y
Doris Durán, investigadora adjunta, ambas
de la Facultad de Medicina y Ciencia.
El trabajo detectó una leve reducción en
las tasas de mortalidad de los cánceres
cervicouterino, de mamas y de vesícula,
observando disminuciones totales de 43%,
7% y 12%, respectivamente. Lo anterior
significa una caída –para todo el periodo–
de una muerte por cada 100 mil habitantes
por trimestre para cáncer cervicouterino,
0.32 para mama y 0.25 para vesícula.
La mortalidad por cáncer cervicouterino es
la que presenta una mayor baja, atribuible
a las GES. Sin embargo, la tasa ha tenido
un mayor declive debido a la sinergia con
otras políticas públicas. A nivel nacional,
esto significaría una reducción aproximada
de 340 muertes para todo el periodo en
estudio, que corresponde a una baja de 4%
en la tasa anual de mortalidad específica
solo por el efecto GES.
Para cáncer de vesícula se estimó una
caída cercana a 180 muertes, es decir, una
reducción de 0.7% de la tasa de mortalidad
anual. Asimismo, para cáncer de mama se
calculó un descenso aproximado de 102
muertes desde 2006, bajando un 1.05% la
tasa de mortalidad anual.
En contraste, el cáncer de estómago continuó
su incremento, y aun no es posible tener
conclusiones en relación a cáncer colorrectal.
debido a que su implementación es más
reciente.
Según María José Monsalves, estos
primeros resultados analizan los cambios
en la mortalidad a nivel poblacional, que
corresponde al indicador más tardío en
modificarse tras una intervención. Las
tasas de mortalidad específicas de algunos
cánceres presentan cambios, siendo las GES
Estudio de la Facultad de Medicina y Ciencia buscó determinar cómo las Garantías Explícitas de
Salud han impactado en los cánceres de mamas, cervicouterino, vesícula, estómago y colorrectal,
entre 2002 y 2016.
una de las políticas públicas que produce
este efecto.
“Este estudio estima que existen cambios
en las tendencias de mortalidad en algunos
de los cánceres garantizados entre 2002
y 2016, siendo reducido el efecto de las
Garantías Explícitas en Salud en este
resultado. Se observa impacto de las GES
a nivel poblacional en tres de las cinco
patologías estudiadas. Este efecto se presenta
como una leve reducción de las tasas de
mortalidad específica o reducción de la
velocidad de muerte a nivel poblacional,
que es posible atribuir a la sinergia con
otras políticas o intervenciones que deben
seguir siendo estudiadas”, precisó.
El estudio fue financiado por el Fondo
Nacional de Investigación en Salud (Fonis)
y contó con la colaboración de académicos
de la Escuela de Salud Pública de la U.
de Chile, la Universidad de La Frontera
y University McMaster (Canadá).