PASOS. Revista digital del IES Sáenz de Buruaga. Nº 2. Noviembre de 2020. | Page 14

conversamos con Margarita borja

Margarita Borja, autora y directora escénica, vicepresidenta de Clásicas y Modernas, Asociación para la Igualdad de género en la Cultura, afirma:

“Levantar las inercias de exclusión de las mujeres no iba a ser fácil, de tan naturalizada como estaba en los núcleos de poder de decisión y en la sociedad.”

¿Cuáles fueron las razones para fundar Clásicas y Modernas?

La Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres se publica en 2007 y a consecuencia de las expectativas que abre empiezan a surgir asociaciones potentes: CIMA, de cineastas, y en 2009 MAV, Mujeres en las Artes visuales, y CyM de más amplio espectro asociativo. Compartíamos la convicción de que la colaboración feminista como sociedad civil iba a ser indispensable. Levantar inercias de exclusión de las mujeres no iba a ser fácil, de tan naturalizada como estaba en los núcleos de poder de decisión y en la sociedad.

Antes de que la ley viera la luz, durante la etapa de anteproyecto de ley, un grupo de cinco creadoras promovimos una Alegación dirigida al Congreso de los Diputados que firmaron otras compañeras de artes escénicas durante el Encuentro de Mujeres de Iberoamérica en las Artes Escénicas en el FIT de Cádiz. Y la Alegación se transformó en el art. 26 “para la igualdad en la producción artística e intelectual de las mujeres” incluido en el Capítulo II de la Ley. La casi totalidad de nuestra redacción había sido recogida e implementada, y la diputada de cultura asturiana, Mariví Monteserín, en cuyas manos recayó la defensa, tuvo éxito. Para que anónimo no vuelva a ser sinónimo de mujer, aporto aquí los nombres de quienes fuimos emprendedoras de la iniciativa: la escritora Laura Freixas y yo misma formamos el punto de partida; y enseguida se sumaron Diana Raznovich, dramaturga y humorista gráfica; Noni Benegas, poeta; y la actriz y entonces secretaria de la Unión de Actoras y Actrices, Berta Ojea. En 2009, Laura Freixas y yo misma promovimos la fundación de Clásicas y Modernas, secundadas por el mismo grupo. En poco tiempo alcanzamos las 100 socias, incluidos algunos socios.

¿Por qué Clásicas y Modernas?

En Buenos Aires existe una interesante librería llamada Clásica y Moderna, y Diana, que además de argentina es española, propuso que lo adoptáramos en plural. La palabra amparaba el gran espectro temático que incluye el subtítulo de intenciones y quedó así: Clásicas y Modernas. Asociación para la Igualdad de Género en la Cultura.

¿Qué objetivos quieren alcanzar?

Todos los objetivos están enunciados en nuestros estatutos; lo podéis consultar en la página www.clasicasymodernas.org. En las preguntas siguientes iré desarrollando las actividades ya puestas en marcha.

¿Qué legado pretenden dejar?

Que el art.26 de la Ley se cumpla de manera satisfactoria y sirva a las siguientes generaciones de mujeres y hombres de convicciones feministas como referente instrumental para consolidar y mejorar lo ya logrado. Tentativas de retroceso, siempre van a darse, no lo olvidemos.

La vindicación feminista desplaza inercias de siglos y, como vemos en estos momentos de tendencias regresivas y antidemocráticas en la política actual, la lucha, que ya abarca tres siglos, parece que va a necesitar más de un siglo por delante.