¿Cuál fue la mayor dificultad para empezar el proyecto?
Ninguna, en realidad. Enseguida sumamos porque nuestros estatutos abarcan todo el ámbito de la cultura y hemos congregado a profesionales de las artes escénicas, que incluye la música y la danza y las productoras, escritoras, filósofas y otras teóricas e investigadoras, editoras, gestoras culturales, educadoras y un largo etcétera. Enseguida pudimos montar ciclos de conferencias importantes con continuidad anual como, por ejemplo, en la Casa Encendida El Debate pendiente, referido a la Igualdad y al canon excluyente, y en Caixa Forum de Madrid Ni ellas musas ni ellos genios que aún prosigue. También se han organizado otros ciclos y encuentros en lugares centrales de distintas ciudades españolas. Y hemos conseguido alianzas organizativas con las asociaciones citadas y con otras de carácter profesional con quienes hemos convocado actos el 8 de marzo y compartido muchas manifestaciones y compartido también la elaboración y entrega de Quejas al Defensor del Pueblo. En este momento estamos cerca de llegar a las 300 socias/os.
¿El reto es incorporar el mundo Clásico?
Recuperar el enorme legado de las mujeres en todos los ámbitos de la historia, del conocimiento, de la escritura, de la ciencia, de la sociedad, de la política, de las artes, de los viajes pioneros, del deporte, etc., ha sido una tarea de varios siglos de investigación. Christine de Pizan, filósofa y escritora del siglo XV, considerada “la primer autor” en Europa (es decir, la primera mujer que inaugura el plural “autores europeos”) fundamentó la primera señal de alarma. Ella leía infatigablemente enormes libros antiquísimos que guardaba la librería de su padre, el astrónomo de Carlos V, y su pasión lectora la llevó a encontrar referencias de hechos y escritos de toda índole debidos a mujeres en civilizaciones arcaicas o en Grecia y Roma.
En el Segundo Sexo Simone de Beauvoir retoma lo avanzado por Christine e investiga de nuevo sus hallazgos. Empeño actualizado cuyo ejemplo ha cundido: se cuentan por miles las investigaciones en el siglo XX y ahora prosiguen en el ámbito universitario o, como tantas veces, por decisiones voluntaristas, porque la tarea sigue estando inconclusa.
Para Clásicas y Modernas es crucial rescatar la genealogía. De otro modo las generaciones que nos siguen volverían a encontrarse sin referentes de mujeres de prestigio, cuando sabemos que las ha habido en todo tiempo histórico y en todos los ámbitos de la vida. Es una injusticia flagrante que hoy los manuales educativos sigan ocultando las contribuciones e innovaciones de las mujeres al legado cultural general cuando ha salido a la luz que les robaron las ideas y las fórmulas y les usurparon las autorías de textos propios. En CyM nos ocupamos de mejorar esta situación en los ciclos de conferencias y, desde hace seis años, con El Día de las Escritoras. Esta actividad se celebra a nivel nacional en una fecha cercana al nacimiento de Teresa de Cepeda, o Teresa de Jesús, y fue un acto promovido por la Federación de Mujeres Empresarias (FDEP) con la Biblioteca Nacional, a cuyo nacimiento nos sumamos como organizadoras, y ahí seguimos. Desde hace tres años se celebra en varias ciudades, entre ellas, Valencia.
Por otra parte, Jesús Cimarro, director del Festival Internacional de Teatro de Mérida, ofreció a Clásicas y Modernas que le propusiéramos una actividad cultural que integraría en su programación de julio, y mantuvo su compromiso. Por ello, los Encuentros de Creadoras Escénicas CyM en el Festival de Mérida han cumplido ya tres años en tan importante festival.
Sumamos, además, el apoyo del IMEX para publicar los libros de actas; importante cuestión que permite generar una correa de transmisión entre quienes acuden un año y quienes llegan al siguiente recibiendo de entrada todas las ponencias de filósofas, de historiadoras, de teóricas, de intelectuales
Margarita Borja en una charla en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. Verano de 2019