PASOS. Revista digital del IES Sáenz de Buruaga. Nº 1. Abril de 2019. | Page 12

Francisco Javier Trocolí Torres

EL BILINGÜISMO EN LA ACTUALIDAD

El bilingüismo hoy día está en boca de todo el mundo. Podemos oír hablar sobre ello en numerosas conversaciones, charlas, coloquios o incluso congresos, y nos encontraremos opiniones para todos los gustos. Unos estarán completamente a favor, otros en contra, pero con condiciones, y los demás no verán quizás los beneficios de tener unos hijos o incluso una sociedad bilingüe.

En primer lugar, deberíamos definir qué es el

bilingüismo para tener una idea clara de lo que estamos hablando, ya que mucha gente confunde “bilingüismo” con “enseñanza bilingüe”, y es lo segundo lo que critican; pensando que están hablando sobre bilingüismo. El bilingüismo es el manejo o el dominio de dos idiomas al mismo tiempo, es decir, poder hablar con dos personas que utilizan una lengua diferente y entenderte y comunicarte con los dos a la vez.

Por otro lado, la enseñanza bilingüe es la que trata de enseñar unos contenidos a través de una segunda lengua, sin prestar especial atención a las estructuras gramaticales o errores ortográficos, sino al intercambio de conocimientos a través de la enseñanza de contenidos en una segunda lengua.

Este segundo concepto es el que más problemas o dificultades entraña, y el que todavía, a día de hoy, incluso los docentes que tienen que impartirla no tienen muy claro cómo hacerlo para sacar el máximo partido o los mejores beneficios a esta oportunidad que se brinda de poder “matar dos pájaros de un tiro” al adquirir unos conocimientos, a la vez que se practica y se aprende un nuevo idioma.

La mayor dificultad llega a la hora de evaluar esta metodología bilingüe, ya que si, como hemos dicho antes, estamos evaluando unos contenidos sin prestar atención a la gramática, ¿qué pasa con esos alumnos que no son capaces de demostrar en inglés los conocimientos o contenidos, aunque los tengan adquiridos? No debería haber ningún problema, ya que, si han conseguido los objetivos propuestos, entonces la enseñanza bilingüe ha funcionado.

En definitiva, aprender una segunda lengua y llegar a dominarla, es decir, ser bilingüe, aporta muchísimos beneficios, pues “el saber no ocupa lugar”, como se suele decir, y conocer dos a o más idiomas elimina barreras comunicativas entre los países que utilizan diferentes lenguas, lo que propicia un entendimiento y un intercambio de información, a la vez que una colaboración para cualquier asunto que se pueda plantear.

Esto nos lleva a tener una visión más abierta del mundo y de las culturas que nos rodean, lo que favorece una mejor sensación y aceptación hacia personas de otras razas. Permite usar la segunda lengua en un contexto real y auténtico dando lugar a un aprendizaje mucho más útil y enriquecedor. Proporciona,

qué duda cabe, un enriquecimiento cultural, cognitivo, académico y personal que nos ayuda, de alguna manera, a ser mejores ciudadanos.

Por todo lo expuesto anteriormente, creo que debemos tener una idea positiva sobre el bilingüismo y tratar de conseguir tener una sociedad bilingüe en el futuro que sea más competitiva y adaptada a los tiempos que corren.