Paradigmas Vol. 6, No. 1 | Page 50

Potenciar la utilidad de los métodos estadísticos las variables de control. Por ejemplo, el coeficiente de regresión estandarizado para la primera variable de control —el absentismo— es de -0.19; en la tabla 1 se presenta el coeficiente equivalente no estandarizado (-3330) y su significancia se describe en función del escenario que se está modelando. En lugar de describir una curva en forma de U invertida, en términos de los coeficientes de regresión estandarizados para las expresiones lineales y al cuadrado (0.17 y -0.45), podríamos utilizar los coeficientes no estandarizados (1097 y -86.7), pero estos aún son un poco difíciles de interpretar. De manera más útil, podríamos citar los coeficientes en la tabla 1: la ubicación del nivel óptimo (6.3 %) y la curvatura en forma de U invertida (86.7). Estas son matemáticamente equivalentes a los resultados de la regresión estándar presentadas por Glebbeek y Bax, en el sentido de que el primero puede calcularse a partir de este último por medio de fórmulas simples y viceversa (Wood, 2012a). No hay pérdida de información, pero están en un formato que facilita el relacionarlos con la realidad. A modo de ejemplo, para el rendimiento de una oficina con una tasa de rotación de personal del 2 % por encima del nivel óptimo (8.3 %), en la región 1 con la media de absentismo y la media de edad, se haría la siguiente predicción utilizando las ecuaciones en Wood (2012a): 69 575 - 86.7 (8.3 - 6.3)2 = 69 228 En esta ecuación la curvatura representa claramente el grado en que el rendimiento disminuye a medida que la tasa de rotación de los empleados se aparta de su valor óptimo. El impacto de las variables de control se puede adicionar fácilmente: si, por ejemplo, el absentismo fuera del 5 % por encima de la media, entonces el rendimiento previsto se reduciría en 5 × 3330 a 52 578. Por último, no hay valores p en la tabla 1; en su lugar, se presenta un nivel de confianza para la hipótesis. La derivación de esto y la razón para no dar los valores de p se discuten en la siguiente sección. Paradigmas, ene.-jun., 2014, Vol. 6, No. 1, 37-73 | 51