Paradigmas Vol. 6, No. 1 | Page 49

Michael Wood revista técnica de investigación deberían entender los tecnicismos sin ayuda. Sin embargo, dada la extensión de los conocimientos especializados necesarios, se hace razonable presentar los resultados de la manera más clara posible, siempre que ello no dé lugar a un artículo sustancialmente más largo o a sacrificar el rigor y el valor del análisis. Como se explicó en nuestra “Introducción”, Glebbeek y Bax (2004) proporcionan los coeficientes de regresión estándares para las expresiones de rotación y cuadrado de la rotación del modelo, siendo dichos valores 0.17 y -0.45, respectivamente, con p > 10 % en ambos casos, así como también los coeficientes estandarizados y los valores de p para las tres variables de control. La figura 1 es un paso en la búsqueda de que dicha información sea más comprensible para los lectores, mientras que la tabla 1 presenta un análisis más detallado. Solo una de las cifras en la tabla 2 de Glebbeek y Bax (2004) aparece en la anterior tabla 1: el valor de R2 ajustado (0.13), el cual he reescrito como 13 % para enfatizar el hecho de que puede ser considerado como una proporción. Esta estadística es una estimación de “la reducción proporcional en el error del modelo nulo (sin variables explicativas) al modelo actual” (King, 1986, p. 676.), a la cual he resumido como “precisión de la estimación global predicha”: un 100 % de precisión implicaría que todas las predicciones son precisas en su totalidad, mientras que un 0 % se referiría a una predicción que no hace uso de las variables independientes. Alternativamente, se podría utilizar la expresión “proporción de la variación explicada”, pero esta parece menos directa, y la palabra “explicada” puede ser engañosa. El punto general aquí es la conveniencia de utilizar etiquetas que sean lo más informativas posible; es probable que la etiqueta “R2 ajustada” no transmita nada a los inexpertos. Las otras estadísticas de la tabla 1 son diferentes a las ofrecidas por Glebbeek y Bax (2004), quienes dan coeficientes de regresión estandarizados, los cuales son difíciles de interpretar de manera útil (King, 1986); la tabla 1 proporciona los coeficientes equivalentes sin estandarizar para 50 | Paradigmas, ene.-jun., 2014, Vol. 6, No. 1, 37-73