Paradigmas Vol. 5, No. 2 | Page 59

El diálogo: condición imprescindible de la democracia (Morales, 2000, p. 89). El pensamiento representa al objeto y el lenguaje representa al pensamiento (Beuchot, 1985, p. 51). Beuchot también afirma que “la función del lenguaje es representar las cosas tal y como las conocemos en la mente, es decir los conceptos son reproducciones de las cosas” (Beuchot, 1985, pp. 9-26). Ahora bien, contamos historias de vida a través de los textos porque sin una ambientación y sin indicaciones sobre su procedencia es imposible conocer la validez de las afirmaciones. Las historias proporcionan un contexto, animan e ilustran, y pueden utilizar el diálogo y otros recursos pues no se limitan a las afirmaciones expositivas; desarrollan el contexto y las relaciones pertinentes son abiertas y metafóricas. Ello explica que existan historias que recogen puntos de vista diferentes sobre los mismos acontecimientos, que relacionan historias de miembros de un colectivo y que son convencionales contadas desde un solo punto de vista. Tenemos en la mente una confusa red de valoraciones, de inclinaciones y de convicciones que están en interrelación continua con experiencias nuevas y viejas historias que no cesamos de corregir. La revisión de nuestras subjetividades suele conducir desde nuestro punto de vista —por muy ilógico y personalísimo que sea— a un diálogo más provechoso con nuevos datos más objetivos, estableciendo vínculos decisivos entre el mundo impersonal y las historias que nos contamos sobre nosotros y sobre los demás. A la vez que la Historia está constituida por las historias que contamos. A veces los puntos de vista personales y las probabilidades objetivas tienen una relación conflictiva que se parece a la que hay entre el discurso informal y la lógica formal: exigen una historia, un contexto o un argumento para tener sentido. Al margen de los detalles evolutivos y culturales, aprendemos con el tiempo a producir observaciones y diálogos. Nos fijamos en las regularidades de orden superior y desechamos los detalles irrelevantes. Paradigmas, jul.-dic., 2013, Vol. 5, No. 2, 101-130 | 117