Rosa María Lince Campillo & Martha Singer Sochet
Proceso de comprensión
Entre las manifestaciones de la vida están:
1. El lenguaje en el que expresamos conceptos y juicios.
2. La acción; comprender una acción es determinar para qué se realiza, ya que todo tiene una razón de ser cuando se actúa con sentido.
Comprendemos en sentido opuesto cómo se efectúa el proceso: vivimos hacia el futuro y comprendemos hacia el pasado. Pero como no
podemos hacer una regresión infinita, comparamos con hechos que tenemos registrados en nuestra experiencia, que finalmente es nuestra
propia interpretación de algún suceso. La conexión vital que establecemos no es la real, en el sentido de original, que motivó a un autor; nuestras interpretaciones acerca de las expresiones de otro contienen más
de lo que se produjo en la conciencia del emisor, por tanto, tienen una
conexión ideal que se despliega históricamente en las interpretaciones
(Dilthey, 2000, p. 194).
En este sentido, comprender al otro nunca llega a darse totalmente sin que el sentido se agote en relación con la historia, con los cambios
de sentido o con una conexión dinámica universal que nunca se consigue totalmente (Dilthey, 2000, p. 208).
Cada proceso de comprensión e interpretación implica un saber colectivo acumulado a partir de interpretaciones realizadas durante generaciones, el cual permite alcanzar un objetivo. Puede ser que lo que dice
una persona sea interpretado de varias maneras y todas ellas igualmente
válidas, dependiendo del diálogo que se haya establecido. El emisor tiene
una intención que se debe rescatar; por tanto, la tarea del intérprete es recuperarla, lo que determina los niveles de validez (Castro, 2006, pp. 78-79).
Entonces hablamos de verosimilitud más que de verdad, y esta tiene que ver con la posibilidad de hacer realidad una idea en el sentido
de su utilidad para resolver cuestiones del presente. Si somos varios los
114 | Paradigmas, jul.-dic., 2013, Vol. 5, No. 2, 101-130