Paradigmas Vol. 5, No. 2 | Page 37

Una reseña histórica de los diseños experimentales 2) Las ciencias naturales y las sociales no son diferentes, en el sentido de que las ciencias sociales se reducen sin más al modelo de las ciencias naturales. Según este modelo netamente positivista, representado entre otros por Comte y Stuart Mill (von Wright, 1989), todas las ciencias se basan en un único método, que es el de las ciencias naturales, y funcionan como modelo para las ciencias sociales. El positivismo propone la explicación causal a partir de leyes generales y critica las explicaciones finalistas por ser acientíficas. 3) Las ciencias naturales y las sociales no son diferentes, en el sentido que las ciencias sociales —sin reducirse a las naturales— incluyen enfoques metodológicos típicos de las ciencias naturales. Por ejemplo, Aaron (1979) sostiene que las ciencias sociales son al mismo tiempo comprensivas y causales; así, en historia o sociología se indagan también antecedentes causales. Sin embargo, este autor destaca la importancia de la comprensión, “pues el objetivo de las ciencias de la cultura es siempre comprender los sentidos subjetivos, es decir, en último análisis, el significado que los hombres han atribuido a su existencia” (p. 253). Más recientemente, Habermas (1994) ha intentado mostrar que las ciencias sociales también incorporan procedimientos de las ciencias naturales en la medida en que detectan ciertas regularidades empíricas y, a partir de allí, elaboran leyes generales sobre lo social. Las explicaciones causales conviven actualmente con las explicaciones finalistas no solo en las ciencias sociales, sino también en una ciencia natural como la biología, donde no faltan autores que sostienen que los organismos vivientes orientan su desarrollo hacia una determinada finalidad. Ahora bien, ¿qué tienen que ver estas consideraciones con los diseños experimentales? Si se toma en consideración la tercera postura —a la cual adscribe el autor de este artículo— los diseños experimentales considerados, fundados en la causalidad eficiente, pueden ser aplicados Paradigmas, jul.-dic., 2013, Vol. 5, No. 2, 69-98 | 95