Paradigmas Vol. 5, No. 1 | Page 26

Marradi La diferencia entre la tercera y la última categoría consiste naturalmente en la diferencia entre tener efectivamente algo constante y asumirlo como irrelevante. Ya en los años treinta, el gran biólogo y epistemólogo polaco Ludwik Fleck mostró que lo que precede es, en realidad, un modelo idealizado de los procedimientos que efectivamente se siguen en la mayoría de los experimentos:14 raramente la distinción entre las variables que deben mantenerse constantes y las que se pueden asumir como irrelevantes está claramente formulada también en la mente de los investigadores. Todas las propiedades de todos los obje14 “Todos los experimentos que tengan un verdadero valor son tos son un conjunto infinito y solamente un inciertos, incompletos y no repetibles. Cuando los experipequeño subconjunto de ellas está, de todas mentos se vuelven ciertos, preformas, tomado en consideración incluso cisos y reproducibles en cada momento, ya no son necesapara declararlo explícitamente irrelevante. rios para la investigación y solo sirven con finalidades deTodas las otras propiedades no son considemostrativas y didácticas” (Fleck radas ni siquiera para declararlas irrelevan1935, § 4.2). tes. Esto no excluye que algunas podrían ser relevantes en realidad: nunca se puede excluir con certeza que una propiedad cualquiera ejerza alguna influencia, al menos indirecta. En efecto, el afianzado edificio teórico en muchas ciencias de la naturaleza –y también el conocimiento personal y tácito de los investigadores– permiten considerar con bastante tranquilidad como irrelevantes la mayor parte de las infinitas propiedades que pueden concebirse. No obstante, los experimentadores mismos no excluyen la posibilidad de que alguna de las propiedades que hayan descuidado ejerza en realidad una influencia suficiente como para ser, en cambio, considerada como relevante en otro experimento. La distribución de las propiedades en las cuatro categorías mencionadas caracteriza un experimento singular: si se pone la variable w en lugar de la variable v, se trata de otro experimento. 26 | Paradigmas, ene.-jun., 2013, Vol. 5, No. 1, 11-38