Paradigmas Vol. 5, No. 1 | Page 21

Método experimental técnicas, know-how que permiten formular y controlar aserciones impersonales en torno a relaciones causales entre propiedades. Una vez planteado el experimento (lo cual comporta innumerables elecciones, muchas de ellas determinadas por el conocimiento personal y, a veces, difícilmente explicitables) se procede sin necesidad de otras intervenciones del conocimiento personal; no es necesario incluso saber cuáles son efectivamente las propiedades involucradas. Acentúo el término ‘causal’ porque allí radica la diferencia con la otra familia, que puede llamarse de la asociación o de la matriz de datos. En esta última, los conceptos, términos, técnicas y know-how solamente permiten formular y controlar aserciones impersonales en torno a relaciones de asociación (en el sentido estadístico) entre propiedades. La importancia de la distinción entre las posibilidades que se logran con el experimento o con la matriz de datos fue correctamente evaluada por una destacada corriente dentro del positivismo y neo-positivismo, a partir, por lo menos, de Comte, y siguiendo con Pearson, Russell y muchos otros. Ellos sostenían que, como la familia de la asociación no ofrece manera de formular y controlar aserciones impersonales sobre la causación, y como los experimentos son imposibles en las ciencias sociales, el concepto de causa tenía que ser desterrado de la ciencia social.9 En esta otra familia (la de la asociación), las técnicas, con los conceptos y las prácticas relativas, permiten formular aserciones impersonales acerca de las relaciones de asociación entre propiedades, una vez que las mismas sean transformadas en variables e introducidas en una matriz de datos. 9 En particular Pearson, en destacable coherencia con la tesis del destierro del concepto de causa (1892), aportó una contribución decisiva al desarrollo de las técnicas que más caracterizan la familia de la asociación. El concepto habitualmente designado con el término ‘asociación’ es más amplio de lo que se entiende por ‘covariación’. Este último concepto, Paradigmas, ene.-jun., 2013, Vol. 5, No. 1, 11-38 | 21