Marradi
El ideal sería que las aserciones científicas fueran producidas sin ninguna intervención de conocimientos y saberes personales, generalizando
inductivamente a partir de observaciones protocolares. En la historia de la
ciencia (o mejor, en la historia de la reflexión sobre la lógica de la ciencia)
únicamente el Carnap del Aufbau seriamente ha creído posible –y ha intentado poner en práctica– una manera parecida de producir aserciones. Pero,
el que el ideal no sea lograble y el que la pretensión de impersonalidad no
resista a un análisis de la práctica científica, en nada redujo su encanto, que
se manifiesta en la máxima casi universalmente venerada: “la ciencia tiene
que ser objetiva”.
Es verdad que el término ‘objetivo’ tiene un sentido mucho más amplio
que el término ‘impersonal’ y, además, es profundamente ambiguo, ya que
puede referirse:
a. a la actitud de quien hace una investigación, que
a’) no tiene posiciones valorativas sobre su objeto, o
a’’) las tiene, pero intenta no permitir que sus valores influyan en
sus resultados;5
b. al hecho que ni sus valores ni sus conocimientos personales
intervienen;
c. a los resultados obtenidos en cuanto corresponden a la realidad
como una fotografía a su modelo.
5 Nélida Archenti llamó mi atenSin embargo, el término ‘impersonal’
ción sobre esta distinción intersubraya el segundo aspecto y solo como
na a la posición a).
consecuencia el tercero. Naturalmente, la
posibilidad de formular afirmaciones que tengan una razonable pretensión
de im-personalidad no depende exclusivamente de las técnicas que se utilizan sino, de manera crucial, de tres aspectos:
18 | Paradigmas, ene.-jun., 2013, Vol. 5, No. 1, 11-38