Paradigmas Vol. 5, No. 1 | Page 17

Método experimental De esta manera, una elección que debería operar en cada caso, en función de objetivos específicos e intereses cognitivos, se convierte en una elección de campo, en un combate de religiones. Una elección que a menudo no toma el propio investigador, sino sus superiores (majores) y patrocinadores (sponsors) académicos, y/o en un ambiente que ya no ofrece alternativas. 3. La visión tradicional de la ciencia Las dos familias que hemos mencionado comparten dos supuestos fundamentales sobre la tarea de la ciencia: el primero de ellos es que la tarea de la ciencia es producir y controlar aserciones sobre la realidad de la manera más im-personal que sea posible. Este supuesto implica una subvaluación del papel del saber conceptual y clasificatorio y, asimismo, de la sabiduría terminológica (el arte de elegir los términos adecuados para expresar nuestros conceptos). En segundo lugar, subrayando el hecho de que las aserciones tienen que ser im-personales,3 exige que el papel del conocimiento individual sea restringido (o, al menos, exige que se lo declare y finja irrelevante). Una aserción se entiende como impersonal si se puede controlar y decidir4 mediante procedimientos que no requieren recurrir a ninguna forma de conocimiento personal (explícito o tácito) de algún actor (observador, investigador, analista, etc.). En consecuencia, todo lo que solo puede ser afirmado con alguna contaminación del conocimiento personal de uno o más actores deja de tener cabida en la ciencia. 3 Más exactamente se podría decir: “tienen que tener una razonable pretensión de im-personalidad”. 4 En lógica, una aserción se dice decidible si se puede establecer si es verdadera o falsa. Paradigmas, ene.-jun., 2013, Vol. 5, No. 1, 11-38 | 17