Paradigmas Vol. 4, No.1 | Page 61

Los dos senderos de la episteme: conocimiento científico en la tradición de Platón y Aristóteles
nuestra ciencia no es más que una reminiscencia. Si este principio es verdadero, es de toda necesidad que hayamos aprendido en otro tiempo las cosas de que nos acordamos en éste, y esto es imposible si nuestra alma no existe antes de aparecer bajo esta forma humana. Esta es una nueva prueba de que nuestra alma es inmortal( Platón, 2009d, p. 557).
La ciencia mora en la razón y lo verdadero en la esencia de las cosas; por tanto, para llegar a la ciencia se requiere primero ascender al mundo del conocimiento teórico, al mundo de la razón, de la teoría, lo cual implica abandonar el mundo del conocimiento empírico, mundo sensible. Platón reflexiona así:
¿ Es posible que el que no descubra la esencia descubra la verdad? ¿ Se obtendrá la ciencia cuando se ignora la verdad? La ciencia no reside en las sensaciones sino en el razonamiento sobre las sensaciones, puesto que, según parece, sólo por el razonamiento se puede descubrir la ciencia y la verdad( Platón, 2009d, p. 464).
El proceso de conocimiento científico en Platón puede ser planteado así: el alma es inmortal, por lo que existe antes que el cuerpo; en sus vidas anteriores ha contemplado las ideas, luego, cuando el alma se une a otro cuerpo, olvida el conocimiento que había adquirido. En el mundo sensible, el hombre percibe por los sentidos los objetos que fueron hechos por creación divina, a partir de una materia preexistente, teniendo como modelo a las ideas. La percepción sensible de los objetos despierta en el alma los recuerdos por su semejanza con las ideas, pero se requiere de un guía que conduzca al individuo por sus reminiscencias hasta alcanzar la ciencia. Dicho de otro modo, el alma se sirve de los sentidos para recordar lo aprendido en otras encarnaciones y que ha sido olvidado. Platón lo dice así:
Lo mismo pueden aprenderse de nuevo las cosas pertenecientes a ciencias que ya se tenían en sí mismo tiempo antes, y que se sabían por haberlas aprendido trayéndolas a la memoria y apoderándose de la ciencia de cada objeto, ciencia de que se estaba ya en posesión, pero que no se tenía presente en el pensamiento( Platón, 2009d, p. 478).

Paradigmas, ene.-jun., 2012, Vol. 4, No. 1, 41-66 | 59