Paradigmas Vol. 4, No.1 | Page 56

Covarrubias, Osorio & Cruz
es uno, pero, su conocimiento depende del modo de apropiación desde el cual se realice; en consecuencia, no es que“ en este modo de pensar, todos los círculos que se pueden dibujar son copias imperfectas del único círculo perfecto, que está en un universo trascendente”( Arrillaga, 1987, p. 40), sino que todos los objetos circulares o integrados por líneas rectas encarnan los universales perfectos, pero de manera deformada. De este modo, lo perfecto vive esencialmente en lo imperfecto, aunque no sea percibido por los sentidos.
Nicolás de Cusa atribuye a Platón una concepción dualista del mundo:“ Las cosas temporales son imágenes de las eternas”( De Cusa, 2008, p. 151-152). El círculo perfecto, el triángulo, el cuadrado y todas las figuras geométricas, no se encontrarán en lo trazado sino solo en la razón. El círculo perfecto es el círculo verdadero y a él solo se llega por la razón( De Cusa, 2008, p. 105). Todas las figuras geométricas son líneas infinitas y la circunferencia es recta e infinita por su diámetro( De Cusa, 2008, p. 49). La línea infinita es“ el ejemplar de todas las figuras que se pueden construir con líneas, puesto que la línea infinita es acto infinito, es decir, la forma de todas las figuras que pueden formarse”( De Cusa, 2008, p. 50). La máxima expresión de la idealización del mundo la constituyen la geometría y las matemáticas, pero el espíritu matemático puede revelarse como geométrico o como algebraico.
La idea de la existencia de una correspondencia entre lo real y lo pensado se encuentra ya entre los eleáticos( Arrillaga, 1987, p. 13). Sin embargo, la aceptación de la correspondencia no implica la unidad en la interpretación de cómo esta se realiza, de manera tal que unos suponen que es de manera directa con los sentidos, algunos que solo por la razón y otros más consideran que con ambos: sentidos y razón.
El centro del interés cognitivo de los presocráticos era el cosmos, pero no dejaron de plantearse el problema del hombre como sujeto que conoce y la relación entre razón y experiencia de lo sensible. Sócrates reconoce en el hombre esa capacidad de conocer la verdad, de superar la simple opinión para arribar al conocimiento conceptual, universal. La mayéutica usada como práctica pedagógica, llevó a Sócrates a la conclusión de que

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