Los dos senderos de la episteme: conocimiento científico en la tradición de Platón y Aristóteles
racional, abstracto y lógico-intuitivo apriorístico. Pensar los números, desplegar la matemática, es conocer lo real. A mayor despliegue matemático, mayor conocimiento de lo verdadero. En la concepción pitagórica del número y las matemáticas como ontos y episteme se encuentra la base del pensamiento de Platón, Galileo y Descartes. Sin embargo, en Nicolás de Cusa, de quien se supone tuvo gran influencia en el pensamiento de Descartes y Galileo, el número es solo herramienta gnoseológica( De Cusa, 2008, p. 74).
Platón concibe al número y la matemática de manera pitagórica, es decir, como unidad onto-epistémica. Galileo concibe la fisicalidad como estructura matemática, dando paso a que posteriormente sea reducida a lógica o a recurso representativo formal de lo real, es decir, a simple lenguaje científico. No es lo mismo concebir lo real como ecuación matemática que pensar a la ecuación matemática como representación de lo real, o( que) pensar el despliegue matemático como lógica de despliegue de lo real. La matemática surge como recurso empírico pragmático, transita a constructo onto-epistémico y de ahí deviene a episteme y a lenguaje de la ciencia.
La matemática es innata y deductiva, aunque las condiciones sociales determinen su desarrollo en el individuo. Como lógica de construcción de conocimiento científico, la matemática fue pensada así por Descartes, Spinoza y Leibniz( Copleston, 1999, p. 27; Perea, 1994, p. 151); pero, antes que ellos, ya había sido pensada así por Nicolás de Cusa quien consideraba que“ el número es el modo de entender de la mente y en su numerar coincide la explicación con la complicación”( 2008, p. 106), tomando como base el planteamiento platónico de que el estudio de la matemática facilita“ al alma el camino que debe llevarla desde la esfera de las cosas perecederas a la contemplación de la verdad y del ser”( Platón, 2009a, p. 164).
La matematización de la física por Galileo es un asunto aceptado por la mayoría de los filósofos e historiadores de la ciencia. Su afirmación sobre que el libro de la naturaleza se encuentra escrito en lenguaje matemático, no implica necesariamente la concepción de los objetos reales como números o que estos devengan matemáticamente, sino que más bien expresa el rechazo a la capacidad sensorial de construir conocimiento objetivo. La matemática se erige así en lógica ontológica y no en objeto real; en
Paradigmas, ene.-jun., 2012, Vol. 4, No. 1, 41-66 | 45