Paradigmas Vol. 4, No.1 | Page 29

Los conflictos entre los requisitos de la teoría fundamentada y las exigencias institucionales
desprenden de los datos. Dicha sensibilidad teórica exige la misma suspensión que hemos estado discutiendo aquí. La clave es suspender el recurrir a marcos teóricos explicativos a priori con el fin de permanecer abiertos a la teorización que emerge de los datos como tales. En otras palabras, como lo planteó de Gibbs:
Los teóricos de la teoría fundamentada argumentan que, tanto la recolección de datos inicial, como el análisis preliminar, deben tener lugar antes de consultar e incorporar cualquier elemento de la literatura. Esto con el fin de asegurar que el análisis se fundamente en los datos y que los constructos pre-existentes no den forma al análisis y a la posterior elaboración de la teoría. Las teorías existentes no son omitidas por completo, ya que forman parte importante del desarrollo posterior de la teoría, sino que simplemente se retrasa su integración( 2002, p. 166).
Esto exige que se estudie“ un área sin ningún tipo de teoría preconcebida que dicte, con anterioridad a la investigación, la pertinencia de los conceptos e hipótesis”( Glaser & Strauss, 1967, p. 33). De acuerdo con Beck( 1999):“ Al postergar la finalización de la revisión de la literatura, el investigador evita contaminar los datos con los conceptos preconcebidos que pueden o no ser relevantes”( p. 217). Esto implica esperar y, por tanto, una suspensión temporal. Como lo escribe Glaser:
Cuando la teoría parece estar lo suficientemente fundamentada(...), entonces el investigador puede comenzar a revisar la literatura en el campo sustantivo y a relacionarla con su propio trabajo de múltiples maneras. Así, la erudición en el área misma se inicia después de que la teoría emergente esté lo suficientemente desarrollada, por lo que el investigador está firme en su descubrimiento y no será forzado o no estará viciado por conceptos previos.( 1992, p. 32)
Por lo tanto, la cuestión no es tanto si se va o no a recurrir a la literatura científica, sino más bien“ cuándo, cómo y con qué propósito”( Chenitz, 1986, p. 44). De estas preguntas, las dos primeras están supeditadas a la tercera, que es fundamental. En consecuencia, es necesario conocer el propósito de la literatura científica y de las teorías existentes cuando se trabaja con investigaciones que apliquen la t. f.

Paradigmas, ene.-jun., 2012, Vol. 4, No. 1, 9-39 | 27