Paradigmas Vol. 3, No. 2 | Page 65

Un marco cualitativo
Lazarsfeld, 1955) defendieron el uso en la investigación cualitativa de lo que llamaron cuasi-estadística. Según estos autores, con esto se referían al uso de la estadística descriptiva que se puede extraer de los datos cualitativos. Por otra parte, Howard Becker( 1970), un prolífico interaccionista simbólico, llegó a la conclusión de que « una de las más grandes fallas de la mayoría de los estudios de caso observacionales ha sido su incapacidad para hacer explícita la base cuasi-estadística de sus conclusiones »( pp. 81-82). De acuerdo con esta afirmación, Maxwell( 2005) observó que,
La cuasi-estadística no solo le permite a usted probar y apoyar afirmaciones que son inherentemente cuantitativas, sino que también le permite evaluar la cantidad de evidencia en sus datos que conduce a una particular conclusión o problema, tales como el número de casos discrepantes que existen y de cuántas fuentes diferentes estos fueron obtenidos.( p. 113, cursiva en el original)
Por supuesto, a autores como Ashbury( 1995) y Sim( 1998) y a otros que se apresuran a declarar que el uso de conteos en el análisis de los datos de grupos focales puede ser engañoso, también les cuesta reconocer que omitir la información numérica es igualmente falaz, especialmente cuando el grupo es dominado por uno o varios participantes.
Otra fuente importante de información en los grupos focales y que es descuidada en el informe final por muchos investigadores – si no por la mayoría – es la que se refiere a la comunicación no verbal. Esta incluye la proxémica( el uso del espacio interpersonal para comunicar actitudes), la cronémica( el empleo del ritmo del habla y la duración del silencio en la conversación), la paralingüística( todas las variaciones en el volumen, el tono y la calidad de la voz) y la kinésica( es decir, los movimientos del cuerpo o las posturas)( véase Gorden, 1980). Si la sesión del grupo ha sido grabada en video o incluso en cintas de audio, el moderador y su asistente están libres para recolectar durante la sesión datos de comunicación no verbal. Como en el caso de la recolección de información sobre el nivel de consensos y disensos, el asistente debería recoger toda la información no verbal que le sea posible para que el analista pueda incluirla junto con los datos verbales( Fontana & Frey, 2005). Nosotros sugerimos que el asistente debería crear y utilizar un plano de ubicaciones que documente el lugar en que se sentó cada uno de los participantes, así como la proximidad entre cada uno de ellos. Además, se recomienda

������������jul.-dic., 2011, Vol. 3, No. 2, 127-157 | 143