Paradigmas Vol. 3, No. 2 | Page 19

Perspectivas ontológicas, epistemológicas y metodológicas
que en principio constituyó un importante impulso para la esfera institucional de las artes, acabó por convertirse en un estancado academicismo, cuya crisis en el siglo xix marcará el inicio del arte de nuestro tiempo.
En paralelo a esta crisis se producen cambios que modifican el paisaje de la cultura estética de Occidente. La aparición de industrias y la posibilidad de reproducir y producir imágenes mediante máquinas revolucionó profundamente la esfera de la producción estética. La irrupción de la tecnología en el mundo del arte, canalizada por tres vías concurrentes de experiencia estética, de gran potencia y expansividad, irá consolidándose a lo largo del siglo, modificando el antiguo escenario construido sobre la jerarquía del gusto de lo artístico y la hegemonía del gusto. Estas vías son: el diseño industrial, la publicidad y los medios masivos de comunicación. Los objetos mecánicos, las máquinas, irrumpieron y se multiplicaron con rapidez a lo largo del siglo xix y la representación visual comenzó a emanciparse de la habilidad o destreza manual, sobre la que se articulaba el privilegio jerárquico de las artes( Jiménez, 2006, p. 185). Estamos ante un proceso de estetización masiva del mundo cotidiano que comienza a desarrollarse rápida e inexorablemente, ocasionando cambios en la circulación y consumo de objetos e imágenes que requiere de un productor estético preparado profesionalmente.
La legitimación de este nuevo productor amerita no solo la capacitación sino también el logro de un título, tornando necesario crear carreras universitarias que satisfagan la demanda de profesionales. Surge así el tercer modo de formación en el campo artístico: la formación profesional. Este nuevo profesional universitario debe tener tanto competencias teóricas como prácticas. Para satisfacer las demandas del nuevo mercado se elevan las viejas instituciones formadoras de artistas a la categoría de universidades y aparece la licenciatura en artes como la modalidad propia de la titulación. La licenciatura se propone, además de la formación en el lenguaje artístico específico, la reflexión en torno al rol de la imagen y de la estética en el mundo contemporáneo, la comprensión de los procesos culturales y la capacitación para el desempeño en el campo denominado « la industria de la información »( televisión, radio, medios gráficos, cine, etc.).
Como consecuencia de esta transformación y la ineludible reflexión en torno a las problemáticas artísticas del mundo contemporáneo, aparece la necesidad de realizar investigaciones en arte.

������������jul.-dic., 2011, Vol. 3, No. 2, 89-107 | 97