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El conflicto de interés en el ámbito universitario
relacionados con los conflictos de interés. Se debe asesorar a los administradores de estas dependencias para que tengan una mayor comprensión sobre estos temas y darles apoyo cuando surjan problemas. A menudo, son los colegas de los investigadores – y que trabajan en un nivel administrativo – quienes más conocen sobre el trabajo académico de éstos y pueden estar mejor posicionados para analizar el efecto para la universidad de las actividades externas sobre la capacidad de cumplir con las obligaciones de los primeros. Por otro lado, también son los más propensos a dejarse llevar por las afinidades personales y los sentimientos.
Por lo anterior, aunque las revisiones deberán iniciarse a nivel departamental, no deben terminar allí. Es esencial que existan directrices para orientar una revisión imparcial, a nivel central, de los hallazgos específicos de un departamento. Por ejemplo, si una revisión preliminar descubre una relación económica entre un investigador y el patrocinador de su proyecto, esto deberá automáticamente ser puesto al conocimiento de la administración central.
Se deberá nombrar a alguna persona o grupo para servir como el centro de revisión en el caso de posibles conflictos que requieran una mayor atención. Los problemas y los casos individuales rara vez son blancos o negros; generalmente, caen en una amplia gama de grises. Por lo tanto, se requiere mucha experiencia con las diferentes variaciones del conflicto de interés para que la persona encargada sepa diferenciarlas bien, de manera consistente, racional y equitativa.

Mecanismos de protección

Una vez que la administración ha conocido de la existencia de un conflicto potencial, ya sea mediante el procedimiento regular de divulgación o por algún otro medio, éste deberá ser analizado con base en las funciones misionales de la institución, como mencionara arriba. Así, para cada conflicto posible, se analiza si algún aspecto de la misión de la universidad está en riesgo. Si la respuesta es positiva, entonces se debe tratar de identificar todas las maneras posibles de protegerla de tal peligro. Se puede hacer una lluvia de ideas con los mejores asesores disponibles, tanto de fuera como de la propia institución. Estas personas son las más idóneas para sugerir mecanismos de protección específicos en situaciones específicas. Este proceso podría incluir consultar a personal de:

Paradigmas, ene.-jun., 2011, Vol. 3, No. 1, 58-75 | 73