Gunsalus & Rowan
Una vez se hayan revelado todos los posibles conflictos, la institución deberá revisarlos y entrar a tratar cualquier situación problemática. Muchos conflictos – tanto reales como potenciales – pueden ser relativamente innocuos. En consecuencia, hay que tener en cuenta que no es posible enfrentarse al actual ambiente de investigación como lo haría alguien tratando de conseguir el jardín perfecto, y para ello se la pasa eliminando el más mínimo brote de hierba mala. Quienes están encargados de realizar las evaluaciones deben entender que algunos conflictos son aceptables mientras que otros no lo son, y deben ser hábiles para reconocer la diferencia. Así, quienes presentan los formatos – el cuerpo docente y de investigación – y quienes los revisan, deben conocer cuáles son los límites de lo aceptable. Finalmente, cuando se identifican conflictos inaceptables, la institución deberá estar dispuesta y ser capaz de tomar las acciones necesarias. No le sirve de mucho saber que existe un conflicto si va a permitir que continúe.
Más allá de la divulgación
Posiblemente el resultado más importante de un proceso formal de divulgación sea simplemente que a menudo sirve como un catalizador para que tanto los investigadores como los administrativos reflexionen cuidadosamente sobre estos temas. Sin embargo, aquellos que esperan que el proceso logre resultados transparentes y claros, revelando todas las posibles situaciones de conflicto, quedarán decepcionados. De todos los conflictos que han causado dificultades en la Universidad de Illinois, ninguno de ellos fue identificado primeramente como consecuencia de la revisión de los formatos presentados en el campus. Si este es el caso, podría preguntarse, ¿ entonces para qué tomarse todo ese trabajo de recolectar información? Por un lado, es posible que a los jefes de departamento se les exija firmar los formatos de divulgación de conflictos de interés de su personal a cargo, lo cual puede ser una fuerte motivación para que éstos entiendan la verdadera naturaleza de las relaciones descritas en tales formatos. Además, si un individuo intencionalmente omite o falsifica información en éstos y, posteriormente, se descubre un problema, será más fácil imponer sanciones.
La primera línea de defensa contra estos problemas no son los formatos en sí mismos, sino los departamentos; son éstos los que están más cerca a los procesos y se encuentran en la mejor posición para identificar, evitar o advertir los problemas
72 | Paradigmas, ene.-jun., 2011, Vol. 3, No. 1, 58-75