Paradigmas Vol. 3, No. 1 | Page 73

El conflicto de interés en el ámbito universitario
La política podría estipular que todos los individuos deben reportar el tiempo que invierten en actividades externas, la remuneración que reciben o ambos elementos. Por ejemplo, la Universidad de Illinois, como muchas otras universidades, exige la divulgación de actividades externas que producen ingresos, pero no el valor de éstos. En situaciones específicas, podría ser necesario pedir mayores detalles, pero este no siempre es el caso. Sin embargo, cuando se lo requiere, la universidad debería estar claramente autorizada para hacerlo. Cualquiera que sea la acción que tome la institución, este procedimiento de divulgación es necesario porque es imposible evaluar los posibles conflictos sin tener la más completa descripción de los detalles que sea posible. Adicionalmente, sin dicha evaluación es imposible tomar decisiones razonables sobre cuáles riesgos vale la pena asumir, y cuáles no.
Sin embargo, no importa qué tan sólidas sean las directrices, siempre son susceptibles de ser desobedecidas por alguien. Por fortuna, la mayoría de las personas están más que dispuestas a seguir las reglas mientras que sean racionales, claras, explícitas y estén publicadas.
La mayoría de la información que se divulga no es problemática. Nuestra experiencia, hasta al momento, demuestra que únicamente un porcentaje relativamente pequeño de los formatos que se presentan requieren un escrutinio minucioso, y que un porcentaje infinitamente más pequeño es realmente problemático. Es importante tener esto en cuenta al momento de diseñar procedimientos para la divulgación. El proceso debería ser lo más amigable posible, tanto para fomentar su cumplimiento como para aliviar la carga de la mayoría de los docentes, para quienes esto representa un paso burocrático más y una distracción no deseada de sus actividades académicas.
Por lo tanto, las universidades deberían requerir la divulgación de la mínima cantidad de información necesaria para tomar decisiones informadas y decidir a cuáles situaciones deben prestarle una mayor atención. Al momento de establecer qué preguntar, deberían tener en cuenta que los conflictos son especialmente riesgosos si afectan alguna de las funciones misionales de la institución. Siempre se debe mantener una mayor vigilancia sobre este tipo de riesgos y rara vez vale la pena tomarlos. Por esta razón, cualquier política debería exigir que se revelen las relaciones con empresas que se especializan en el área de experticia del investigador, con empresas que patrocinan investigaciones o hacen negocios con la universidad, así como cualquier otra actividad externa que involucre a los estudiantes.

Paradigmas, ene.-jun., 2011, Vol. 3, No. 1, 58-75 | 71