Paradigmas Vol. 3, No. 1 | Page 55

La responsabilidad de la universidad
3. ¿ Están las universidades de investigación preparadas para manejar casos de conductas éticas inapropiadas? Pareciese que lo están. La mayoría de las universidades tienen políticas para enfrentar las conductas éticas inapropiadas, lo que es « legalmente requerido si reciben financiación estatal »( Registro Federal, 1989). Generalmente estas políticas definen este tipo de conductas, establecen procedimientos para su estudio y ofrecen orientaciones para la toma de medidas disciplinarias. Igualmente, casi todas las universidades tienen políticas para regular el uso de sujetos humanos, animales, químicos y modificaciones genéticas; así como tienen políticas que regulan los conflictos de interés, la confidencialidad y otros aspectos de la investigación. Tomadas en conjunto, dichas políticas ayudan a garantizar la integridad de los programas universitarios de investigación.
No obstante, las políticas existentes sobre las conductas éticas inapropiadas, y otras políticas afines, pueden resultar insuficientes cuando se aplican a casos complicados, por ejemplo, aquellos donde la línea divisoria entre el comportamiento aceptable e inaceptable no es clara. Rara vez ofrecen definiciones que puedan ser aplicadas directamente a todos los casos. Es muy fácil confundir el debido proceso y las normas de protección personal cuando una o más de las partes decide impugnar el proceso. Además, pueden aparecer conflictos de interés, dado que los análisis sobre las conductas éticas inapropiadas casi siempre, de una forma u otra, resultan siendo auto-investigaciones. Por lo tanto, la existencia de políticas no significa que las universidades estén preparadas para manejar las investigaciones sobre las conductas éticas inapropiadas, lo que muy a menudo se descubre sólo cuando surge un caso difícil.
4. ¿ Cómo deberían las universidades entender sus responsabilidades con respecto a las conductas éticas inapropiadas en investigación? Mi respuesta a esta pregunta es: tan amplia y proactivamente como sea posible. Los siguientes cuatro niveles de responsabilidad se destacan como particularmente importantes.

Paradigmas, ene.-jun., 2011, Vol. 3, No. 1, 49-57 | 53